LA 3 CÍA Y IX BRA EN EL CONFLICTO DE IFNI-SAHARA, 1956-1958

LA IX EN LA OPERACIÓN «TEIDE»

Las Directivas de Héctor Vázquez

Rafael Casas en la última guerra de Africa nos describe así la Operación Teide:

«El General Héctor Vázquez había firmado ya en el Aaiún, el 27 de enero, unas directivas para sus fuerzas con la denominación de Operación Teide. Tras el bombardeo, en el día D se iniciaría la primera fase. Se concretaba cual había de ser su finalidad: destrucción del enemigo en las zonas de Edchera y Tafudart y ocupación de Smara y de los pasos de la Saguia en Edchera y Sidi Ahmed Laarosi. Y se señalaba la duración prevista, diez días. La segunda fase tendría dos partes. La primera sería la limpieza de la zona norte; la segunda, la destrucción del enemigo en la zona sur y la ocupación de los decisivos puestos de Bir Enzaran y Auserd en combinación con los franceses. Todo ello con una duración prevista de cinco días, de D + 10 a D + 15. Se dividía la primera fase en dos tiempos. El primero, de combate; el segundo, de explotación.

En el primer tiempo pensaba avanzar con una Agrupación – Agrupación B – desde Daora a Asatef para fijar desde el norte de la Saguia al enemigo que ocupaba Tafudart. Simultáneamente, otra Agrupación, más fuerte – Agrupación A –, se dirigía desde el Aaiún a Edchera para destruir a las bandas que ocupaban esta posición y asegurar el paso de la Saguia en dicha zona. Ambas Agrupaciones debían proteger su flanco descubierto.

Para este primer tiempo la Agrupación A estaba dividida en dos Subagrupaciones: 1-A y 2-A. La primera de ellas, compuesta por dos Banderas de la Legión (la IV y la XIII), el Grupo de Caballería del Regimiento Santiago 1 y el Grupo de Artillería del Regimiento 19. La segunda (2-A), por la IX Bandera de la Legión con refuerzos. Por su parte la Agrupación B se compondrá de la II Bandera de La Legión, el Batallón Expedicionario del Regimiento Guadalajara 20, una Sección de morteros de 81 del Regimiento San Fernando 11 un Grupo de Caballería del Regimiento Pavía 4.

Terminada la primera fase se iniciaría la segunda con dos acciones distintas. Una de limpieza en el norte y otra de ataque a las concentraciones menores del sur. Para la primera se había dividido el territorio por el meridiano 12º. Al este del mismo actuarían los franceses; al oeste, los españoles. Para la segunda se esbozaban acciones convergentes desde el Aaiún y Fort Trinquet sobre Bir Enzaran y desde Villa Cisneros, Fort Gouraud y Port Etienne sobre Auserd. Finalmente se daba una solución al difícil problema del abastecimiento en el desierto. Cada vehículo debía llevar encima gasolina suficiente para recorrer 600 kilómetros y víveres, municiones y agua bastante para que su tripulación pudiera combatir durante cinco días sin recibir ayuda ajena. Esta providencia, simple en apariencia, fue suficiente para dar a las unidades una flexibilidad grande y una seguridad completa en sus posibilidades».

La Agrupación Motorizada del Cte. Herrera

El 10 de febrero, integrada en la Subagrupación A-2, constituida para llevar a cabo la primera fase de la Operación Teide en la región norte, progresó en 2º escalón por la orilla sur de la Saguia. El objetivo de la Agrupación era ocupar el paso de Edchera y, posteriormente, Tafudart, para continuar en dirección a Smara. La IX Bandera recibió orden de crear un punto de apoyo que asegurase el citado paso de Edchera. Aquí tuvo lugar el segundo combate de Edchera que se describe más adelante. El día 12 la 12ª Cía, que había quedado en El Aaiún, fue embarcada en aviones para ser trasladada a Smara sobrevolando dicha población sin poder tomar tierra a causa de las malas condiciones atmosféricas, regresó a su punto de partida y se incorporó el día 13 a la Bandera en Edchera. La Bandera efectuó distintos reconocimientos por la Saguia, regresando a El Aaiún el día 14 tras haber dejado el punto de apoyo de Edchera guarnecido por la 11ª Cía.

La IX comenzó a prepararse para intervenir en la segunda fase de la Teide con una serie de operaciones que se iban a iniciar inmediatamente en la región sur de Río de Oro. En este sentido el día 20 de febrero de 1958 se constituyó una Agrupación Motorizada que al mando del Comandante Herrera Solís, Jefe de la IX Bandera, iba a intervenir en las citadas operaciones. Tenía la misión de avanzar en la dirección El Aaiún – Chelúa – Bir Enzaran para, una vez alcanzado este último punto, permanecer en él hasta nueva orden, estando previsto luego continuar hasta Aargub. El núcleo principal de la Agrupación lo constituía precisamente la IX Bandera que estaba motorizada, contando además con un destacamento de Caballería con jeeps, autoametralladoras cañón y cañones sin retroceso, una Sección de Artillería y Secciones de Transmisiones, Intendencia, Sanidad más un destacamento de Automovilismo. Se llevó gasolina para 600 Km., un módulo de municionamiento y 6 raciones de víveres.

Dicho día 20 partió de El Aaiún la Agrupación Herrera y en la primera jornada la vanguardia llegó a la zona de pozos de Luyet Um Lahia (sur del vértice Aridal) a 190 km. del punto de partida, sobre la pista El Aaiún – Aridal – Bir Enzaran, sin encontrar enemigo. El día 21 prosiguió el avance hacia Bir Enzaran, a donde llegó después de una marcha muy dura debido a las grandes dificultades que presentaba el terreno. El día 22 de este mismo febrero recibió la orden de reconocer el macizo de El Manhar y Carb Tichia, establecer contacto con la Agrupación Villa Cisneros sobre el Uad Tennuaca, así como con las fuerzas francesas. Para estos contactos se lanzaron patrullas de Caballería y para llevar a cabo el reconocimiento sobre El Manhar se constituyeron dos Subagrupaciones: La Norte, a base de la 13ª Cía, 1 Sección de ametralladoras y Pelotón de M-81, Pelotón de cañones sin retroceso y elementos de Caballería. La Subagrupación Sur, con las 11ª y 14ª Cías, Sección de ametralladoras, 2 Pelotones de M-81, Sección de obuses de 105/ 26 y elementos de Caballería.

A las 7 horas se emprendió la marcha para cumplimentar la misión con las dos columnas citadas, rodeando el macizo de El Manhar, efectuándose el enlace de ambas en el nacimiento del Uad Fadrat Lahcheb sin encontrar resistencia, capturándose algunos prisioneros y prosiguiendo al reconocimiento de la zona hasta que se recibió un radio del Mando en el que comunicaba que la Agrupación Villa Cisneros estaba detenida al este de la Sebja Tennuaca y que las dos Subagrupaciones marchasen inmediatamente hacia la Sebja para contribuir a la destrucción del enemigo. Los días 23 y 24, la Agrupación Herrera desplegó en amplio frente sobre el Uad Tennuaca para impedir la huida del enemigo que se había enfrentado muy duramente con la otra Agrupación. El último día la Bandera se replegó sobre Bir Enzaran donde permaneció hasta el 7 de marzo que se trasladó en camiones a Aargub, llegando el mismo día.

Allí estuvo de guarnición, echando de menos la intensa actividad que la Bandera tuvo en sus primeros meses tras la llegada al Sahara. Por fin el día 4 de junio de este año 1958 se hizo cargo la Bandera de los Puestos de Ausert y Tichla y posteriormente del de Bir Enzaran. De este modo unidades tipo Sección eran destacadas al interior del desierto desde la costa, donde se encontraba Aargub. El día 1 de octubre de ese mismo año se dispuso que la Bandera pasará a formar parte del Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, 4º de la Legión, con acuartelamiento en Villa Cisneros. No obstante la Plana Mayor de la Bandera continuaría en Aargub con una Compañía de fusiles en su interior, otra desplegada en el perímetro defensivo y otra que partía hacia los puestos de Bir Enzarán, Ausert y Tichla, es decir, se cambiaba de Tercio pero la vida seguía igual.

¡Miles de kilómetros cuadrados para una Compañía de ciento cincuenta hombres con escasos medios de transporte ¡ Pero con la espita del agua en la mano, porque en estos tres fuertes estaban los más importantes pozos del sur del Sahara. El dueño del agua controlaba las caravanas y tenía la llave del desierto. El monótono estatismo de la guarnición hacía más apetecibles las salidas al interior, patrullas, nomadeo, convoyes. El Sahara tenía tantos atractivos que no era cosa de permanecer en un mismo lugar mucho tiempo.

El segundo combate de Edchera

Según hemos visto nada más inciarse la Operación Teide tuvo lugar un segundo combate en las proximidades de Edchera. El entonces Teniente de Caballería D. Jesús Martín Sappia mandaba una Sección de autoametralladoras – cañón, precisamente la que actuaba en primer escalón con la Sección mecanizada que llevaba el Sargento Soto. He aquí lo que escribió entonces el citado Teniente del combate de Edchera del 10 de febrero de 1958, apenas un mes más tarde del mantenido por la XIII Bandera:

«A las ocho de la mañana comenzamos las Operaciones. La Agrupación «A» se componía de la IV, IX y XIII Banderas de la Legión, un Grupo de Artillería y el Grupo nuestro, que se subdividía en dos columnas (una por cada lado de la Saguia) hasta Edchera, donde nos unimos todos. La Sección de Tomás y la mía avanzaban por la orilla izquierda; llegamos a Messeied sin novedad. La otra Columna cruzó el río por Edchera también sin novedad, incorporándose a la nuestra. Seguimos avanzando y a unos cuatro kilómetros del cruce se divisó un grupo de gente que corría por la parte baja del río. Eran las 11:30 horas. Tomás y yo recibimos la orden de adelantarnos cada uno con nuestro carro, para cortarles el paso. Después de un rato de haberles estado tirando (Tomás a mi derecha y yo a unos veinticinco metros del borde de la Saguia) iniciamos el avance y a un kilómetro escaso de donde estábamos nos abrieron un fuego endemoniado desde la orilla.

Inmediatamente respondimos con fuego, ¡me estaban friendo! El primer tiro fue directo para mí, con la suerte de que pasó un poco alto, incendiando una caja de munición antiaérea. Las Escuadras del mecanizado que venía detrás del mío entraron en posición. Inmediatamente tuvimos las primeras bajas. Pegaba el sol como un demonio. Entre el humo de las ametralladoras y el calor que hacía, aquello era insoportable. En cuanto asomaba la cresta, no me dejaban vivir; silbaban las balas como condenadas, no parábamos de tirar. Por un momento se interrumpió la ametralladora, fue de espanto, pues no pararon de tirarme. Estaba en todo momento en comunicación con Tomás, que me protegía la espalda. Estaban metidos en el borde de la Saguia y era dificilísimo verlos; de todas formas, al menos, vi dar una vuelta de campana a uno de una ráfaga que le habíamos tirado, ¡ese ya no volvería a hacer marranadas!.

A las 15:00 horas se acabó el combate en nuestra parte, menos mal, pues fueron dos horas y media de aúpa; la auto-ametralladora mía tenía dos ruedas pinchadas, la antena rota, diecinueve impactos en le lado izquierdo (qué casualidad, el número del vehículo). Nos había destrozado el cajón de las herramientas y los ranchos en frío. Muertos el Sargento Soto y dos soldados más y luego seis heridos. La Sección de Plácido y la de Cebollino, con la IX Bandera, que se habían quedado en el paso de Edchera protegiendo unos camiones, habían entrado también en combate. Para allí fueron el Capitán y Tomás. Fue bastante duro (de todas formas se les ha pegado un buen palo). Desde luego, buen bautismo de fuego el del Grupo, pues todos se portaron maravillosamente bien. El Capitán Iván, herido. A las cinco de la tarde, la aviación y la artillería bombardeaban el cauce del río, pues por allí se retiraron; no sabíamos el número de sus bajas, nosotros recogimos a veintidós de sus muertos (solamente de lo que hicimos el Grupo). Tuvo que haber muchos más que estarían metidos por la parte baja del río y heridos unos cuantos que se tuvieron que descolgar.

La IX y el resto del Grupo nos quedamos a pernoctar en el paso de Edchera. Por dos veces estuve preparado para salir hacia el paso; a las ocho, por fin, como aquello estaba tranquilo, me ordenaron quedarme aquí. También allí les dieron duro; los heridos y muertos los evacuaron en helicóptero. El resumen del combate fue, por nuestra parte, tres muertos y ocho heridos, del Grupo, y tres legionarios heridos. Por la parte de ellos se calcularon en cuarenta el mínimo de muertos y muchos más el de heridos; lo que encontramos fue una sola arma. La posición de ellos era natural, inmejorable para resistir. Por la noche nos establecimos en defensiva y a esperar al día siguiente (ya veremos mañana lo que encontramos). Al fin el día fue entretenido, con la mala suerte de nuestras bajas, pero era la guerra. ¡Ojalá les podamos dar otro palo mañana! La Caballería volvió a portarse como en sus tiempos gloriosos, el susto se lo di a Tomás cuando estuvo un rato en pleno cacao sin oírme tirar ni hablar».

En este segundo combate de Edchera, según hemos visto, el balance fue muy positivo para las fuerzas españolas. Este Grupo expedicionario de Caballería fue uno de los que después con sus vehículos y algunos de sus mandos constituyeron el I Grupo Ligero Blindado del Tercio 3º.

Como resumen la relación numérica de bajas en esta guerra de Ifni Sahara fueron de 1 muerto y 4 heridos en al II Bandera (luego convertida en VII), 3 muertos y 8 heridos en la IV (la que se transformaría en VIII), 9 muertos y 48 heridos en la VI (disuelta para integrarse en unidades del 3er Tercio) y por último, 1 muerto y 2 heridos de la IX (entonces del 3erTercio). Desgraciadamente la XIII Bandera tuvo muchas mas debido especialmente al combate de Edchera: 47 muertos y 95 heridos, total 142.