Nadie en el Tercio sabía
quién era aquel legionario,
tan audaz y temerario
que a La Legión se alistó.
Nadie sabía su historia,
mas La Legión suponía
que un gran dolor le mordía
como un lobo el corazón.
Más si alguno quién era le preguntaba,
con dolor y dureza le contestaba.
ESTRIBILLO
Soy un hombre a quién la suerte
hirió con zarpa de fiera,
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tan leal compañera.

Cuando más duro era el fuego
y la pelea más fiera
defendiendo a su bandera el
legionario avanzó.Y sin temer
al empuje del enemigo
exaltado supo morir como un
bravo y la enseña rescató. Y al
regar con su sangre la tierra
ardiente, murmuró el legionario
con voz doliente.
ESTRIBILLO
Soy un hombre a quién ….

Cuando al fin le recogieron
entre su pecho encontraron
una carta y un retrato
de una divina mujer.
Y aquella carta decía:
«… si algún día Dios te llama
para mí un puesto reclama
que a buscarte pronto iré».
Y en el último verso que le enviaba
su postrer despedida le consagraba.
ESTRIBILLO
Por ir a tu lado a verte
mi más leal compañera,
me hice novio de la muerte
la estreché con lazo fuerte
y su amor fue mi Bandera.