DE ISLEÑO A PENINSULAR: ALMERÍA, 1996-2003

CONTINÚAN LAS OPERACIONES DE PAZ

El GT «Viator» con la SPABRI III

Las operaciones de Paz iniciadas por el Tercio D. Juan de Austria en la época de Fuerteventura adquieren un enorme auge al llegar el Tercio a Almería. Si la Cía Austria abrió brecha en Bosnia – Herzegovina formando parte de la Agrupación Málaga, de nuevo otra Cía Austria fue la primera en pisar Macedonia cuando pertenecía a la Agrupación Farnesio. Por su parte el Guión de la Valenzuela fue el primero en entrar en Kosovo y luego en Irak junto al resto de fuerzas en las que se encuadraban. Por su parte la Colón, por pura casualidad, ya que se turna en el cumplimiento de estas misiones con la VII Bandera, siempre le tocó entrar en zona de operaciones cuando ya lo habían hecho anteriormente otros contingentes. Este es el caso de la VIII SPABRI III en Bosnia y luego como Grupo Táctico de Reserva Estratégica en Kosovo.

Lo cierto es que este tipo de misiones, aunque se les llame de paz, no olvidemos que se realizan en una zona de guerra o de postguerra donde puede que aún se escuche algún que otro tiro y, en definitiva, la experiencia adquirida es buenísima para la formación de los muchos mandos y de los legionarios.

En base a la Brigada de la Legión y bajo el mando de su General Jefe, Excmo. Sr. D. Francisco Javier Zorzo Ferrer, se constituyó la Brigada Almería a finales de 1996. Su misión inmediata fue trasladarse a Bosnia – Herzegovina para relevar al contingente español que encuadrado en la fuerza multinacional conocida como IFOR trataba de garantizar la frágil paz instaurada en la zona después de los acuerdos de Dayton.

El total de hombres y mujeres que se integraban en la Brigada Almería fue de 1010, encuadrados en las siguientes unidades: El Grupo Táctico Viator con Mando y PLM, dos Compañías de Fusiles, una Compañía de Apoyo y una Compañía de Servicios, procedentes todas ellas del Tercio D. Juan de Austria, estando bajo las órdenes del Tcol D. Pedro Palomino Calcerrada, Jefe de la VIII Bandera. Otro Grupo Táctico, el Ejido, con Mando y PLM., un Escuadrón de Caballería del Regimiento de Caballería Ligero Lusitania nº8 y una Compañía de Fusiles procedente del 3er Tercio. Por último estaban la Unidad de Zapadores Tabernas, la Unidad de Transmisiones Pechina, Unidad de Apoyo Logístico Olula del Río (constituidas en base a las unidades de este tipo que tiene la Brigada de la Legión), mas un NOE (Núcleo de Operaciones Especiales) de la BOEL.

A partir del 28 de octubre de 1996 se activó la Brigada Almería, reuniéndose todas sus unidades en la base de Álvarez Sotomayor al objeto de iniciar la preparación de la misión asignada. Así, por ejemplo, entre el 18 y 21 de noviembre se desarrolló un ejercicio de integración creando un ambiente similar al que se encontraría en Bosnia – Herzegovina. Se plantearon supuestos y problemas análogos a los que habitualmente sucedían en la zona, se resolvieron dichos problemas se estudiaron y evaluaron las diversas soluciones. El traslado a zona se realizó por vía aérea en cinco rotaciones. La Brigada Almería se hizo cargo oficialmente de la misión con fecha 08 diciembre de 1996.

La denominación de Brigada Almería se adoptó en reconocimiento a todos los almerienses que tan cálidamente acogieron a nuestros legionarios. Por su parte el Excmo. Ayuntamiento de Almería, en nombre del pueblo al que representaba, quiso corresponder a este gesto donando el Guión del mando de SPABRI III Brigada Almería. El mencionado Guión fue entregado durante un solemne y emotivo acto que tuvo lugar el 24 noviembre de 1996 en el Paseo de Almería. Dicho acto fue presidido por el Teniente General Jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME). Resultó especialmente lucido por la gran concurrencia de público que con su presencia quiso despedirse de los legionarios que se trasladaban a Bosnia – Herzegovina, dando prueba una vez más de las excelentes relaciones existentes entre la ciudad y nuestra unidad.

La permanencia en zona fue de cuatro meses por lo que la vuelta se realizó durante la primera quincena del mes de abril de 1997.

EL GT «VALENZUELA» EN KOSOVO

Otra vez los primeros

Dos años más tarde de finalizar la misión en Bosnia – Herzegovina el GT Viator bajo el Guión de la Colón, le tocó el turno a la Valenzuela. En efecto, una vez más la Legión tuvo el inmenso honor de ser la unidad de nuestro Ejército designada para abrir la brecha en una nueva misión internacional, como ya ocurriera en Bosnia – Herzegovina y posteriormente en Albania, la Legión acudió a paliar los efectos producidos por el odio y la sinrazón humanas.

Los primeros detalles de la misión se conocían en el mes de febrero de 1997, y desde entonces, el entusiasmo y la esperanza inundaron las filas legionarias, todos querían participar, pero no era posible. Una vez más salía a relucir la plena disponibilidad del legionario para ser empleado en aquellas misiones que entrañen riesgo, y que en su dificultad encierran su verdadero atractivo.

Desde entonces los preparativos se volvieron frenéticos, los encuadramientos se sucedieron, los inventarios eran habituales, y las solicitudes de material se multiplicaban, poniendo a prueba la paciencia de los componentes del Cuartel General y de las Planas Mayores de las diferentes unidades. Pero poco a poco la aportación de la Legión iba tomando forma, y así se decidió que sobre la base de la VII Bandera del Tercio D. Juan de Austria, se constituyese un Grupo Táctico al mando del Tcol D. José Mª García Valón que formaría la unidad legionaria más numerosa de las que participarían, designándose también para la operación a una Unidad de Zapadores de la BRILEG, una Unidad de Operaciones Especiales (UOE), procedente de la XIX Bandera de Operaciones especiales Maderal Oleaga de la Legión y una Unidad de Transmisiones del contingente, con participación también las transmisiones de la Legión. El contingente recibió la denominación de KSPBAT (Batallón Español en Kosovo).

Una vez establecidos los diferentes encuadramientos, se recibió la orden de iniciación de la fase de adiestramiento. En ella, los ejercicios de tiro, las escoltas de convoyes, el procedimiento para establecer puntos de control, la instrucción de inteligencia de las minas susceptibles de usar por las diferentes facciones, daban como resultado un periodo intenso y prolongado, pero presidido aún por una gran incertidumbre. Todo debido a que la OTAN ya había iniciado su campaña aérea contra la República de Yugoslavia, y había momentos que no se veía nada claro que España pudiese participar en la operación.

Alcanzados los acuerdos que pusieron fin al conflicto, el proceso se precipitó de manera frenética hacia la fase de concentración, y los plazos se volvieron mucho más cortos y los trabajos parecían ser más urgentes y no acabarse nunca. Hasta que por fin, el domingo 20 de junio se iniciaban las tareas de embarque en los buques de la armada Galicia y Aragón, poniéndose de manifiesto una vez más la perfecta conjunción que existe entre la Legión y la Armada española. Poco a poco, y gracias a los buenos oficios de nuestros compañeros los marinos, lo que parecía un carga demasiado voluminosa para la capacidad de los buques, fue siendo acoplada en las diferentes cubiertas, bodegas y pañoles, hasta completar todo lo previsto para ser cargado, permitiendo así que embarcasen al completo la Plana Mayor de Mando, Compañía de Mando y apoyo, Compañía de Servicios y dos Compañías de fusiles del GT Valenzuela, la totalidad de la Unidad de Ingenieros, la UOE, y la Unidad de Transmisiones.

El Jefe del Estado Mayor de la Defensa estuvo presente en las operaciones de embarque, y en el acto de despedida oficial que tuvo lugar en la Base Álvarez de Sotomayor a todos los componentes del contingente. El martes día 22 de junio de 1999, por fin, después de una semana frenética, los componentes de la primera expedición formaban en el puerto de Almería para embarcar en los buques que los llevarían a la zona de operaciones. Desde primeras horas de la mañana el puerto era un hervidero de familiares, amigos y ciudadanos en general que querían sumarse al homenaje, no por espontáneo menos solemne, que los legionarios se merecían. El GT Valenzuela zarpaba rumbo a Grecia. Dicho Grupo Táctico fue la unidad designada por el mando para constituir el primer contingente de nuestro Ejército dentro de la operación Joint Guardián en aquel entonces Sierra- Kilo, como resultado de los acuerdos firmados por representantes de la OTAN y de la República Federal de Yugoslavia el 9 de junio.

La Brigada «Garibaldi»: con italianos y portugueses

Unos días antes, el sábado 19, había partido por vía aérea el destacamento avanzado, encargado de realizar los reconocimientos del terreno y elegir los lugares en los que, posteriormente, desplegaría la Bandera, de acuerdo al área de responsabilidad asignada por la Brigada Multinacional Oeste, bajo cuyo mando se encontraba la unidad española. La KSPBAT se encuadró en la Brigada Italiana Garibaldi, compuesta por un amalgama de unidades. Así, al lado de los legionarios de la VII desplegaban Bersaglieris, infantería de elite italiana con tradiciones acusadas como la de desplazarse siempre corriendo y las plumas que portaban en sus gorros, incluso en el casco de combate lo que provocó no pocos comentarios entre nuestros legías. También estaban los alpinis, unidades de montaña, y el Batallón San Marco, de la infantería de marina. Posteriormente se unió también el Batallón portugués para completar la orgánica de lo que ya se llamaba la Brigada Italiana.

Después de cinco días más o menos de placentera navegación, los buques arribaban al puerto griego de Telasónica. Una vez desembarcadas las unidades y preparadas las columnas, se tuvo que esperar al anochecer para realizar el viaje, al no permitir las autoridades griegas el tránsito por su territorio de día. En dos escalones de marcha, la Bandera realizó el transporte nocturno Tesalónica – Katlanovo, ya en Macedonia, donde se situaba la Base Logística retrasada de la Brigada, para desde allí, tras un breve periodo de reposo y repostaje de vehículos, emprender de nuevo la marcha. Después de cruzar la frontera, entraron en Kosovo a las 14:00 horas del 28 de junio, abriendo una nueva pagina en la Historia de la Legión. De esta manera, la Bandera alcanzaba Istok, lugar donde se encontraba el Puesto de Mando del Grupo Táctico. Todo en menos de 24 horas después de haber iniciado la marcha desde el puerto de Tesalónica, después de haber recorrido mas de 500 kilómetros y de haber atravesado dos fronteras, primera prueba de la capacidad de nuestros legionarios deseosos de entrar en acción cuanto antes.

Posteriormente, a mediados de julio, el Grupo Táctico se completaría con la llegada a zona de operaciones de la 2ª Compañía. Prácticamente sin tiempo para establecerse, las Compañías comenzaron a llevar a cabo las misiones encaminadas a velar por el cumplimiento del acuerdo militar técnico firmado por la República Federal de Yugoslavia y del acuerdo de desmilitarizaron firmado por el UCK (Ejército de Liberación del Kosovo). Así, desde los primeros días, fueron visibles la presencia de las patrullas en las ciudades, la vigilancia de iglesias ortodoxas y otros monumentos emblemáticos serbios para evitar su destrucción por parte de albanokosovares radicales, el establecimiento de controles para impedir el contrabando ilegal de armamento y la seguridad proporcionada a las minorías étnicas amenazadas, fundamentalmente serbios y gitanos.

Para la consecución de este fin ejecutaron algunas operaciones específicas. Merece destacarse una operación llevada a cabo simultáneamente en las presuntas comisarías de las principales ciudades de nuestra AOR (el único poder reconocido en la zona era el otorgado por las Naciones Unidas) donde se logró confiscar una importante cantidad de armamento y material. También, en varias ocasiones, contando con el apoyo de helicópteros italianos, se efectuaron rastrilleos en las zonas fronterizas para localizar la presencia de posibles paramilitares serbios. De la importancia y del riesgo de la misión desempeñada, son clara muestra los tiroteos de los que, en alguna ocasión, fueron objeto nuestras patrullas, respondiendo siempre nuestros legionarios con una gran profesionalidad observando a la perfección las reglas de enfrentamiento vigentes.

Por otro lado, en ese tipo de operaciones cobraba una vital importancia el aspecto CIMIC (Cooperación cívico – militar). La S-5 del Grupo Táctico Valenzuela mantenía relaciones permanentes con la población civil y con las organizaciones humanitarias desplegadas en la zona encargadas de colaborar en la reconstrucción de esta tierra devastada. Merece la pena destacar la organización, transporte y escolta de dos convoyes de gitanos por parte del Valenzuela, trasladados a Montenegro a solicitud de ACNUR (Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los refugiados), después de haberles proporcionado seguridad durante las semanas previas a su evacuación.

Finalmente en aquellos dos meses el Grupo Táctico se vio honrado con las visitas del Presidente del Gobierno, del Ministro de Defensa, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, del Jefe del Estado Mayor del Ejército y del General de la Fuerza de Acción Rápida.

No sería justo dejar de mencionar la presencia en el Regimiento de Ingenieros de la Brigada de la Compañía de Zapadores de la Legión, que estaba colaborando activamente con el Grupo Táctico en tareas de desminado. Y de dos patrullas de la XIX Bandera de operaciones especiales de la Legión Maderal Oleaga. Asimismo junto al Grupo Táctico, se encontraba desplegada una Sección del Grupo de Acción Rural de la Guardia Civil, ejerciendo misiones de policía militar y colaborando estrechamente en las misiones ejecutadas por el Grupo Táctico.

De esta forma, cumpliendo en rigor y profesionalidad, como se saben hacer las cosas en la Legión, el Grupo Táctico Valenzuela dejó muy alto el nombre de España y de la Legión en este despliegue internacional.

El inicio de la misión

El Teniente Coronel García Valón, Jefe del Grupo Táctico Valenzuela nos habla del inicio de la misión:

«La historia de La Legión está hecha a la vez de grandes gestas, protagonizadas por héroes y por el cumplimiento del deber diario protagonizado por todos. Cuando se nos designó como núcleo principal y base del Batallón español en Kosovo (KSPBAT), no pudimos ocultar el inmenso orgullo que sentimos al darnos la oportunidad de tener un pequeño apartado en esa historia, al tiempo que era evidente el reto tan importante que teníamos ante nosotros: abrir una misión en tierras extrañas y azotadas por la crueldad y el odio interétnico, en un país sumido en la peor guerra que pueda existir, la interna, la del vecino contra el vecino, por el simple hecho de no pensar igual o tener otra religión.

La Legión no está acostumbrada a ver a nadie por delante (salvo el enemigo, claro), y ahora iba a ser igual. Comenzamos las fases de preparación, organización, adiestramiento y concentración con un convencimiento total de que cada ejercicio, cada teórica, cada conocimiento nuevo adquirido era de una importancia vital, que podía ser empleado en una situación real, quizás límite, y a muy corto plazo. Fueron días duros. El esfuerzo, la fatiga, el frío, la incertidumbre no eran sino elementos que cohesionaban más y más a la unidad que, por decirlo de alguna manera, se la veía crecer día a día, tanto en el aspecto operativo como en el moral, todo ello envuelto en ese espíritu legionario de predisposición y disponibilidad, tan evidente como difícil de explicar.

Desde el puerto de Almería, con la emoción de las despedidas, dejamos atrás a nuestros seres queridos, a nuestros compañeros, a nuestra Patria. En todos mis años de vida legionaria, nunca, nunca habían sonado las estrofas del Novio de la Muerte de esa manera y desde entonces puedo afirmar que es mentira que los hombres no lloran y que es muy hermoso el poder comprobar que a pesar del tiempo transcurrido, de los años, todavía nos queda capacidad para emocionarnos.

Recuerdo la travesía, cinco días a través del Mediterráneo y sería injusto si no hiciera mención a nuestros compañeros de la Armada y al exquisito comportamiento y atenciones que tuvieron para con todos nosotros. Una vez llegados al puerto de Tesalónica y desembarcada la unidad se articularon las diferentes columnas y se inició la marcha hacia la Zona de Reunión, en Katlanovo cerca de Skopje (Fyrom). Alcanzada ésta y tras un breve descanso proseguimos la marcha hasta que atravesamos la frontera de Djeneral Jankovitch, ya en Kosovo.

A partir de ese momento fueron desfilando delante de nuestros ojos todos aquellos lugares que conocíamos de antemano, del estudio de mapas y conferencias antes de salir de España. El largo desfiladero de entrada, los túneles en la carretera, los puentes, las cunetas minadas en todas las vías de acceso, las elevaciones del terreno y sobre todo…, la destrucción.

Largas columnas de humo señalaban los lugares donde antes coexistieron personas. La destrucción era total en casi todo el paisaje y a esto se unía el deambular de mucha gente, sin casa, sin destino fijo, y todavía con las huellas del sufrimiento y del horror reflejadas en sus rostros, que se volvían a nuestro paso con expresión de agradecimiento en sus saludos y gritos de ¡Kfor, Nato!. Todos contestábamos a estas pobres gentes conscientes del trabajo que nos esperaba. El paso por la capital, Prístina, nos hizo ver el grado de destrucción en una ciudad importante y de cómo iban confluyendo hacia ella un sinfín de tractores con remolque donde se apiñaban familias enteras con las pertenencias que habían podido salvar de la represión de días anteriores.

Después de atravesar Klina (impresionantes los destrozos en puentes y carros de combate serbios), nos dirigimos hacia Istok, capital de la Opstina / Komuna (provincia) del mismo nombre, muy cerca de la frontera administrativa con Serbia, de unos 35.000 habitantes (el total de la Komuna) y que reúne unos condicionantes socio-políticos que le diferencian del resto de Kosovo. Patria chica de Ibrain Rugova y feudo del LDK (85% de votantes antes de la guerra), sufrió una represión brutal por parte de los paramilitares serbios del tristemente célebre Arkan que estableció aquí su Cuartel General. El grado de destrucción en la Opstina era elevadísimo y el sufrimiento de sus gentes considerable. Rara era la familia/clan que no había perdido a nadie en la guerra.

En este ambiente y con un aspecto de ciudad fantasma, con la mayoría de sus habitantes todavía refugiados en las montañas y grandes columnas de humo de las casas ardiendo como teas, con cadáveres de civiles, policías serbios, mujeres, con las pocas casas sin destruir trampeadas por los serbios en su retirada, en ese ambiente de muerte y desolación, el día 28 de junio, a las 18 horas, el GT Valenzuela era recibido por representantes de la 133.ª Brigada de la UÇK, que operaba en la zona y entrando en Istok comenzaba a cumplir su misión».

Alas sobre Mokra Gora.

Una de las muchas misiones que desarrolló el GT Valenzuela, en fue la de verificar la total retirada del Ejército y Policía yugoslava, esta última en cualquiera de sus formas. Con este fin, y como consecuencia de la detección de patrullas serbias de carácter paramilitar (con las que se llegó al intercambio de disparos en la zona de Mokra Gora, a unos 4 km. al norte de Istok donde se ubicaba el puesto de mando del Grupo Táctico), el día 1 de agosto de 1999 se llevó a cabo una operación de helitransporte. Dicha acción fue seguida de un reconocimiento de los principales senderos y caminos de la zona. La zona peinada estaba muy próxima, en su origen, a la frontera con Serbia, con una altitud media de 1.250 m., muy compartimentada y escarpada. Estaba cubierta por una imponente masa de altos pinos y, el fondo de los valles, estaba horadado por el efecto de las lluvias, dejando a la vista grandes piedras.

Veamos, a modo de ejemplo, como actuó una de las Cías del GT, la 1ª Compañía, designada para esta misión, que llevó a cabo mediante la formación de tres patrullas, una al mando del Tte. Romero, progresando al este, otra bajo las ordenes del Tte. Alonso de Liévana al oeste y, otra al mando del Sgto. Calderón marchando por el intervalo. En esta última se situó el Capitán Carreras, Jefe de la Compañía, actuando como puesto de mando (PC) móvil de la operación. Con unas condiciones meteorológicas inmejorables se partió del helipuerto de Rakos, sede del destacamento de la Compañía, a bordo de un helicóptero de transporte pesado CH47 Chinook.

Como zona desembarco fue elegido un collado a un kilómetro al norte del vértice Stropacka (1.589 m.). Una vez allí y tras un ordenado y rápido desembarco, las patrullas iniciaron el reconocimiento a lo largo de los tres ejes de progresión marcados en dirección norte-sur. Una línea de coordinación fue establecida para mejorar el control y la coordinación del avance de las patrullas. Una vez articulados los tres grupos, se inició el avance simultáneo por los ejes. Dicho avance fue lento, debido, primero, al alto grado de atención y cuidado que se ponía en él, dada la probabilidad de encuentro con patrullas provenientes del otro lado de la frontera o cualquier tipo de trampa que hubieran podido colocar, y segundo, lo abrupto del terreno que forzaba a ralentizar la marcha y prestar especial atención a donde se ponían los pies. Los puntos finales fueron distintos para las tres patrullas, siendo éstos, pequeñas aldeas al pie de la montaña. En ellos aguardaban los BMR,s de la Sección de apoyo que trasladaron a las patrullas al destacamento de Rakos, donde les esperaba un merecido descanso a unos y una imprescindible guardia a otros.

En resumen, una operación muy interesante y gratificante, en la que todos los legionarios y mandos participantes pusieron en práctica todas sus destrezas y esfuerzos con el fin de engrandecer el nombre de la Legión española ante sus miembros de las fuerzas armadas de otro país, atentos para ver la forma de trabajar de los legionarios.

Semanas de cuatro días.

En Kosovo había mucha destrucción y mucha miseria, la mayoría de las calles al llegar los legionarios españoles se encontraban todavía prácticamente vacías y continuamente se veían casas ardiendo. Con el tiempo pudimos comprobar que a la destrucción provocada por los serbios antes de abandonar Kosovo había que añadir la destrucción provocada por los propios kosovares quemando y destruyendo las casas que pertenecían a los serbios, con la finalidad de que si éstos volvían no tuviesen ninguna casa donde vivir.

Así nos cuenta el Capitán Rubio, jefe de la 2ª Cía, su experiencia en la zona:

«Cuando al fin llegamos al que iba a ser nuestro destacamento, ya era de noche. Rápidamente nos dimos cuenta del mucho trabajo por hacer. Había que añadir a nuestra tarea de poner un poco de orden en la zona, la de acondicionar la que se suponía iba a ser nuestra casa durante los próximos meses. Así, las primeras semanas fueron muy intensas, no había tiempo para nada, cuando no se estaba de misión, ya sea de guardia, de patrulla o montando un check-point, estábamos arreglando el destacamento, limpiando los termos o, sobre todo, la ardua tarea del mantenimiento de los BMR,s y el armamento.

Desde un principio se organizó la Cía. de la siguiente manera: Una Sección realizaba la patrulla del pueblo de Istok durante las 24 horas del día y defendía la iglesia ortodoxa de dicha localidad. Otra Sección patrullaba día y noche por toda la zona de acción de la Cía., defendiendo las 24 horas la iglesia de Ljubovo o bien montaba check-points aleatorios en los accesos al área de Asamblea de Vrela. Una tercera Sección daba seguridad al destacamento, que en muchas ocasiones había que alternar con misiones. Finalmente, otra Sección llevaba a cabo tareas de mantenimiento de BMR,s, armamento y transmisiones, además de trabajos de limpieza y mantenimiento en el destacamento.

De esta manera las semanas en Kosovo eran de sólo cuatro días. Nuestro domingo era la jornada de mantenimiento y se convertía en el único día que podíamos dormir toda la noche seguida. La estancia en Kosovo se puede dividir en tres etapas bien diferenciadas: Durante la primera, nuestro destacamento estaba situado en Banja. Era un lugar que reunía muy pocas condiciones tanto higiénicas como de seguridad. Durante la segunda etapa, nos trasladamos a un antiguo hotel de la zona, en el pueblo de Djurakovac. Aquí, tras unas semanas de trabajos para arreglar tanto la instalación eléctrica, como otra serie de desperfectos, se consiguió tener toda clase de lujos, teniendo en cuenta el lugar donde estábamos: agua corriente las 24 horas del día, lavadora, 7 trabajadores contratados para realizar todas las tareas de limpieza, lavar la ropa y cocinar. Por último en una tercera etapa, y con un grupo de 165 kws, por fin podíamos cocinar en el destacamento.

En cuanto a las misiones cumplidas, también se pueden diferenciar tres fases bien distintas: En la primera de ellas, la misión fundamental era impedir los robos y sabotajes, así como conocer a los personajes más importantes de la zona mediante las patrullas y los controles en los accesos al área de la Asamblea de Vrela. En la segunda se realizaron registros en todas las casas de la zona con la correspondiente requisa de armamento. Se capturó mucho armamento pero, sobre todo, se consiguió concienciar a los habitantes de la zona de la prohibición de tener armas, algo habitual hasta entonces. En esta fase se procedió a cerrar todas las comisarías ilegales de la zona y a detener a quienes llevaban a cabo este tipo de actividades. En la tercera, la situación se tranquilizó bastante y empezó la temida rutina. Ya se oían menos disparos por la noche y cada vez se defendían más iglesias ortodoxas.

No podemos olvidar mencionar a la mascota de la compañía, el loro Ratko, que causaba sensación allá donde iba y al que había que cuidar mucho cuando llegó el crudo invierno, arropándole todas las noches con una manta encima de su jaula e, incluso, poniéndole un calefactor en las noches más frías».

Zlokucane. Destacamento de la 3ª Cía.

La 3ª Compañía fue encargada de cubrir la zona sur del despliegue del G.T., estableciendo el Puesto de mando en la localidad de Zlokucane. La población existente era predominante de origen albanés, habiendo huido de la zona toda la población serbia antes de la llegada de las fuerzas propias. Sin embargo, había algunas minorías (de etnia gitana, bosniaca y albaneses católicos) que animaron la misión por los conflictos que su presencia en la zona provocaba.

En el contexto físico y humano antes descrito, la Compañía se encontró una situación inestable de posguerra, con un vacío de poder en todas las instituciones locales, sin policía, con una organización guerrillera (UÇK) campando por sus respetos, y un gran nivel de destrucción y necesidad entre los habitantes de la zona. Además, en un principio hubo que luchar contra las venganzas y resentimientos provocados por la guerra, todo ello agravado por la gran cantidad de armamento descontrolado existente en la zona. La necesidad derivó en actos de saqueo y bandidaje. Todos estos factores configuraban un entorno ideal para la actuación de las mafias albanesas, que intentaron, sin éxito, actuar en la zona española.

Como elementos peculiares en la zona cubierta por la 3ª Compañía cabe destacar: La presencia de una población de etnia gitana (poblado de Zac), compuesta por unas 170 personas, con un alto porcentaje infantil, y que se encontraba amenazada por extremistas albaneses que les acusaban de haber colaborado con los serbios en la campaña de limpieza étnica, realizada en la zona. La existencia de una amplia población de religión católica, concentrada en la parte sur de la zona de acción y que también sufrió agresiones aisladas por parte de extremistas musulmanes. La ubicación en la zona de tres ermitas ortodoxas, permanentemente amenazadas por constituir para los musulmanes albaneses un símbolo del nacionalismo serbio. La actuación de bandas organizadas dedicadas al saqueo y la extorsión, cuya actuación resultaba especialmente sencilla debido al hábitat rural disperso predominante en el área.

Para la ejecución de las misiones de patrullaje y protección permanente de puntos sensibles se llevaron a cabo, entre otras, las siguientes acciones: Establecimiento de check-points. Registros de casas y confiscación de armamento. Controles ocultos y apostaderos. Escolta de autoridades y minorías. Asimismo, la colaboración con ONGs proporcionándoles apoyos en información y medios, el reparto de ayuda en algunas ocasiones y la asistencia médico-sanitaria a la población local, fueron actividades permanentes a lo largo de toda la misión.

La ejecución de todas las misiones encomendadas anteriormente, conllevó un continuo contacto con la población civil, cuya simpatía se ganaron los legionarios gracias a su carácter y generosidad. Especialmente estrecha fue la relación con la población gitana de Zac, debido a la continua permanencia de una patrulla de la Compañía dándoles seguridad. En más de una ocasión hubo que responder al fuego de hostigamiento realizado por extremistas sedientos de venganza, que nunca lograron conseguir su objetivo. Las 24 horas de presencia en el poblado convirtieron al mismo en una especie de centro de instrucción, cuyos reclutas eran los abundantes niños presentes en la aldea, que tras 7 meses, saludaban con el codo hacia atrás, braceaban con el puño por encima del gorrillo, y hacían orden cerrado a la perfección.

Tantos meses de misiones continuas fueron acompañados de gran cantidad de anécdotas, siendo quizás, la más destacada, la protagonizada por el Pelotón del Sgto.1.º Gracián. Éste recibió la misión de escoltar con su vehículo a un testigo y un acusado a determinada población, para lo cual debían vadear un río. En dicho vadeo, el BMR perdió rueda y se hundió. El testigo y el acusado no salían de su asombro cuando por las troneras del vehículo veían subir el nivel del agua, uniéndose en la desgracia y echando una mano a la hora de achicar el agua. Desde ese momento, el vehículo fue bautizado con el nombre de Titanic.

Zac. Historia de una misión.

Dentro de la zona de acción asignada a la 3ª Compañía se encontraba un núcleo de población de etnia gitana en una localidad llamada Zac. Esta población se encontraba amenazada por elementos extremistas albano-kosovares que les acusaban de colaboracionismo con los serbios en la campaña de limpieza étnica llevada a cabo en la zona. Por esas fechas se produjeron dos incidentes que agravaron sensiblemente la situación; el secuestro del marido y el hermano de una de las habitantes del poblado y el asesinato de un matrimonio de edad avanzada en su propia casa.

Estos hechos llevaron al mando a tomar decisión de dar seguridad permanente a los habitantes de etnia gitana de Zac, estableciéndose la seguridad mediante la presencia 24 horas de un Pelotón reforzado en el lugar. Los encargados de repartir la ayuda humanitaria a la zona se negaban a hacerlo a la población gitana, hecho que se denunció repetidas veces y que se solucionó llevando la ayuda a pie de obra. A veces, cuando tardaba en llegar, era frecuente ver a los legionarios compartir su comida y sus raciones con los niños y ancianos del lugar, quedándose en ocasiones sin comer. Esta generosidad era comprendida y agradecida por los gitanos, que respondían compartiendo con los legionarios lo poco que tenían. Era frecuente ver en la tienda del Cuerpo de Guardia café turco, té y repostería de circunstancias, confeccionada por los habitantes del pueblo.

Tantas horas de convivencia y el carácter abierto y generoso de nuestra tropa, provocó que la población, sobre todo la infantil, tomara un especial cariño a los legionarios. A muchos les conocían por sus nombres, y cuando alguno faltaba a lista (ya por permiso o por otra circunstancia), enseguida preguntaban por él. Los legionarios del turno de descanso se constituían en improvisados instructores de reclutas, que no eran otros sino los numerosos niños del poblado, que incluyeron entre sus juegos el orden cerrado (con y sin «armas») y el de combate. Eran como un pequeño ejército, que colaboraban incluso en la seguridad, alertando a la patrulla de la llegada de algún vehículo, reconociendo a sus ocupantes, etc. También se les escoltaba en su camino hasta el colegio del pueblo, y había que tener cuidado, ya que en cuanto uno se descuidaba, se encontraba a un racimo de niños enganchados del BMR, escaqueándose de la caminata diaria.

Fueron muchos momentos, que quedaron grabados en la mente y los corazones de los legionarios, y también en la de los habitantes de Zac, a cuyos ojos asomaron las lágrimas en los días del relevo. Porque hay varias maneras de cumplir la misión, y los legionarios escogieron la mejor: preservaron la vida de todos los habitantes de Zac, ganándose, a la vez, sus corazones.

Enfrentamiento en Mojstir.

De este enfrentamiento nos habla un mando (desconozco su nombre) del GT Valenzuela en la revista La Legión:

«Hoy a la Sección le han correspondido las misiones de seguridad del destacamento de Istok, es decir, seguridad del monasterio de Gorioc y patrullas tanto diurnas como nocturnas de modo esporádico para controlar las zonas aledañas y evitar así posibles acciones hostiles, además de un pelotón de reacción.

Ya hemos realizado unos cuantos convoyes evacuando gente a la que iban a dar matarile, damos protección a pueblos enteros, a familias, a personas aisladas para evitar esto mismo, estamos familiarizados con la situación, vemos diariamente todo tipo de atrocidades cometidas por uno y otro bando pero lo que es difícil de asimilar es el olor a muerte, muerte por todos lados, se respira mal se mete hasta el celebro ese olor tan desagradable a descomposición mezclado con el humo.

La aldea de Sinaj está ardiendo de nuevo, yo no sé que quemarán ahora sí ya está todo quemado, habrá que realizar una patrulla por si acaso, se da la orden al Pelotón de reacción, esta aldea que se encuentra próxima al destacamento, forma junto con Mojstir y Susica las tres a las que más veces hemos tenido que acudir estos días, todas están situadas al Sur de los montes de Mokra Gora, donde dicen al huir, es posible, son como una fortaleza natural y al otro lado está serbia donde se encontrarían protegidos. El observatorio del monasterio informa de ráfagas en dirección Este entre Sinaje y Mojstir, rápidamente la Tercera Sección ordena salir al Pelotón de reacción con la PLM. de la Sección de seguridad, estamos listos para salir, dada la magnitud de las ráfagas, sale un BMR más.

Salimos apresuradamente, el Espíritu de Acudir al Fuego está muy presente, ya veremos con qué nos encontramos esta vez, todas las precauciones son pocas, así que hay que ir con todos los sentidos puestos. Los legionarios, cada uno en su puesto, sin decir nada, todos saben lo que tienen que hacer y lo hacen bien, las órdenes son claras y concisas, se oye a los jefes de Pelotón dando órdenes, la radio no para de sonar, entramos en Sinaje entre el humo, todos atentos cada uno con su sector, no se mueve ni un alma, las manos están aferradas a las armas, en cualquier momento se puede desencadenar algo y a nosotros no nos pillará desprevenidos. Suenan nuevamente ráfagas, ahora estamos más cerca y distinguimos, sin dudar, el sonido inconfundible del AK-47, hay bastante tomate y esta vez no se nos escaparán.

El Pelotón que avanza por el sur informa que ha encontrado a un albano-kosovar que viene huyendo de Mojstir donde dice que hay una buena montada. Sin problemas, se informa a la Tercera Sección, y ponemos rumbo urgentemente hacia allí, cada vez los oímos más cerca y se nos hace difícil averiguar el número de fusiles que pueden estar disparando, están al otro lado del espolón que tenemos delante, justo en Mojstir, hay que rodear el espolón y caer sobre ellos desde puntos dominantes para cogerlos en contrapendiente, mientras el Pelotón de TOW avanza por el suroeste de Mojstir y nos protege desde los BMR,s. El equipo de Milán que nos acompaña deberá tomar alturas del W. ligeramente retrasado para apoyar nuestra progresión, ya están dadas las órdenes, se ha informado al mando y procedemos. Sabemos que todo el puesto de mando está pendiente de nosotros ahora mismo, están escuchando las ráfagas y preocupados lógicamente, no es lo mismo estar viendo lo que tienes delante y actuar en consecuencia que escuchar por radio la situación.

En el mismo lindero del bosque, en cuerpo a tierra, observamos algo que nos deja a todos atónitos, vemos cómo un grupo de personas vestidas de civil tiene retenidas a un grupo de mujeres y niños junto a dos grandes casas gritando y amenazándoles con sus armas a la vez que realizan disparos al aire intimidándolas, los críos no paran de llorar y las mujeres reflejan el horror en sus caras, a unos doscientos metros de este punto, observamos a un muchacho de unos doce años que huye desesperadamente de los disparos que efectúa otra persona que se encuentra forcejeando con el que después sabríamos que es su padre y que en el momento en que el serbio lo tenía en el suelo para pegarle un tiro, sin saber cómo, se abalanzó sobre él, y con las fuerzas que da la desesperación evitó su muerte y probablemente la de su familia.

Ante el panorama que teníamos delante y, tras evaluar la situación, había que ponerse en marcha de inmediato, al legionario no hay quién lo pare y mucho menos en esos momentos en que la adrenalina nos sale por las orejas ¡qué bueno es el Legionario! Si en todo momento se tiene presente el Espíritu de Disciplina, en ese momento se podía respirar. En el momento en el que nos disponíamos a informar por radio al mando de lo que teníamos delante, sentimos esos moscardones que nos zumbaban tan cerca ¡nos están disparando desde la izquierda! ¡Desde las piedras grandes!. Recibíamos fuego desde una posición al noroeste de la aldea, automáticamente, todavía no había terminado de ordenar fuego, cuando ya se estaba respondiendo a éste, en el mismo momento el grupo que estaba con las mujeres comenzó también a hacer fuego sobre nosotros.

Fue un momento de gran tensión en el que sólo se escuchaban disparos por todos lados, un intenso fuego cruzado. Estaban bien protegidos por suerte para ellos, las mujeres y los niños se refugiaron a la carrera dentro de la casa más próxima, la radio estaba que hervía, Vizcaíno se aproximó por el suroeste y al escuchar los motores, lo de siempre, a correr. No podían haber escogido mejor itinerario de repliegue, y si no lo escogieron no les pudo salir mejor, al amparo de un talud protegido por unos brezos altos comenzaron a correr cómo conejos pensando lo que se les podía venir encima, habían escuchado hablar de la Legión y ahora los tenían delante.

Al ver que huían, y para evitar que en su huida cometiesen cualquier barbaridad, aprovechamos la contrapendiente y bajamos a la carrera, el espectáculo era increíble, los legionarios desplegados en guerrilla salían del bosque a toda velocidad, la cara de ferocidad de los mismos, los fusiles a punto haciendo fuego cuando era necesario, las órdenes de los jefes de Pelotón y de los Cabos y, cómo no, esa manera tan nuestra de rajar que seguro que asusta a cualquiera, algo que, quieras o no, el que lo ve venir le tiene que dar algo por el cuerpo.

Cuando estábamos a unos metros de alcanzar el talud, algo pasó, desde detrás de los brezos salió lo que parecía una piedra, pero desde la que se desprendía un trocito, grité cuerpo a tierra y alguien gritó granada, creo que la mayoría dimos el barrigazo de nuestra vida y al instante, a unos quince metros de nosotros, hizo explosión el regalito que el muy canalla nos enviaba, aprovechando el momento para desaparecer».

Monasterio de Gorioc-San Nicolás.

El monasterio de San Nicolás, más conocido por monasterio de Gorioc, se encuentra situado al nordeste del pueblo de Istok, sobre un suave espolón que domina toda la zona de Grab y la zona este de Istok, en la falda de las impresionantes montañas de Mokra Gora, que hacen de frontera natural entre la región de Kosovo y Serbia. Esta situación privilegiada determinó que allí se asentara una Sección del Ejército serbio con medios mecanizados y morteros desde donde batían toda la zona.

Se trata de un monasterio ortodoxo cuyos orígenes datan de los siglos XII ó XIII de una belleza singular tanto por su estilo como por sus frescos e iconos de diversas épocas allí guardados. El Pope, persona que con una mirada lo decía todo, de una sabiduría y una lucidez exquisita, justo, agradecido y con el inmenso mérito de gobernar a su tropa perfectamente. Este era el típico pope ortodoxo o, por lo menos como nos imaginamos a un pope. Barba blanca larguísima, pelo también largo, sus humildes hábitos recogidos por un cinturón de cuero y tocado con su gorro negro con una gran cruz. Bastante mayor pero sin poder precisar la edad y delicado de salud.

Muchas anécdotas se produjeron en tanto tiempo que allí estuvo la Valenzuela, y una gran cantidad de visitas, pues todo el que por aquellas tierras aparecía, tenía que pasar por el monasterio. Esto lo agradecían una barbaridad las monjas, que se sentían completamente aisladas, puesto que sólo podían contar con los legionarios y una radio con la que enlazaban con Serbia. Momentos muy buenos y momentos muy amargos los allí pasados por los legionarios, los amargos venían de la mano de los refugiados que lo habían perdido todo y que hacían cola para subir al observatorio, pedirle al legionario de turno sus prismáticos, y decir con lágrimas en los ojos aquella era mi casa; o aquellos otros que eran evacuados al vecino Montenegro. A todos les habían hablado de los legionarios españoles, de que se preocupaban por ellos.

Pero el recuerdo más hondo era el del cariño de las monjas que empezaron a llorar, y a encerrarse en sus aposentos, el mismo día que se enteraron que relevaban a los legionarios. Esos ciudadanos que con pocos medios trataban de dispensar a los legionarios para que no les faltase su café, sus pastelitos, su queso y, como no, su rakija cuando no la escondía el Pope para que la monja Teodora no se lo bebiese.

EL GT «COLÓN» CON EL KFOR

La VIII de Reserva Estratégica de la Fuerza OTAN

Y siguiendo el turno de las Banderas del Tercero, la Valenzuela pasó el testigo de las operaciones de paz a la Colón transcurridos pocos meses después de su regreso de Kosovo. En efecto, en el mes de marzo del 2000 el General Jefe de la Fuerza de Acción Rápida (FAR) ordenó constituir un Grupo Táctico de Reserva Estratégica (GTRES) sobre la base de una de las Banderas de la Brigada de la Legión, designándose para ello a la VIII Bandera. Desde que se recibió la orden, la organización y el programa de instrucción se orientaron a preparar el GTRES para una posible intervención en Kosovo. En abril fue designado el General Ortuño como jefe de la Fuerza de la OTAN en Kosovo (KFOR). La orden de despliegue en este país, fue precisamente como consecuencia de la toma del mando de KFOR por un General español.

El Grupo Táctico, bajo las órdenes del Tcol D. Pedro Palomino Calcerrada, Jefe de la VIII Bandera, estaba compuesto por 308 hombres, 238 de la Brigada de la Legión, 12 de la Unidad de Transmisiones de la Fuerza de Acción Rápida y 58 del Escuadrón de Caballería del Lusitania nº 8. La composición definitiva fue la siguiente: Mando y PLMM, Sección de Mando, Sección de Transmisiones, 8ª Compañía de Fusiles, 10ª Compañía de Fusiles, 9ª Compañía de Servicios y Escuadrón de Caballería. Durante el mes de junio se realizaron todos los preparativos previos al despliegue, reconocimiento de la zona, recepción del material procedente de otras unidades, desarrollo del programa de instrucción especifico y otras acciones encaminadas a preparar el GTRES para su empleo en Kosovo. El día 3 de julio embarcó el GT en el LST Pizarro y zarparon 239 hombres con todo el material. Los otros 11 hombres, más los intérpretes que formaban parte del destacamento avanzado, salieron para Kosovo el día 5 de julio en un T-10 desde Almería al aeropuerto de Petrovec (Macedonia).

El grueso del GT llegó al puerto de Tesalónica el día 8 de julio del 2000, procediéndose al desembarco del personal. El 9 de julio, de madrugada, se realizó una marcha motorizada nocturna llegando al amanecer al destacamento italiano de Katlanovo, próximo a Petrovec donde el personal pudo descansar. Por la tarde se volvió a llevar a cabo otra marcha motorizada cuyo punto final era el destacamento de Istok. Allí se estacionó el GT hasta el día 17, trasladándose a Klina, una fábrica de armas desmantelada, y permaneciendo en este lugar en espera de su empleo por parte del Jefe de KFOR. El Grupo Táctico fue enviado a zona de operaciones como reserva operacional de KFOR. Después el General Ortuño decidió emplear el GT en la zona de Mitrovica, bajo control táctico de la Brigada Multinacional Norte (MNBN), liderada por el Ejército francés.

El Jefe de esta Brigada francesa le asignó a la Colón una zona de acción al sur del río Ibar (población albanesa) y otra zona al norte (población albanesa y servia), en el barrio de Suvi Do (Valleseco). El despliegue en Mitrovica se inició el día 27 de junio y finalizó el 12 de agosto, no obstante desde el día 28 de julio se estaban cumpliendo los cometidos ordenados por la Brigada Multinacional. Este periodo de tiempo empleado en el despliegue se debió a que fue necesario preparar una zona, dentro de la ciudad, con unas condiciones mínimas para el funcionamiento de los servicios logísticos y la infraestructura necesaria para ocupar un destacamento base que permitiera cumplir las misiones asignadas.

Concretamente al GT se le marcó la misión de asegurar el control de la zona y protección de las minorías, evitando el enfrentamiento entre etnias. La más delicada de estas misiones fue la de proporcionar seguridad a las minorías de Suvi Do al norte del río, ya que en esta zona existían grupos reducidos de serbios rodeados de albaneses y grupos de albaneses rodeados de servios en un espacio relativamente reducido y sin ningún tipo de convivencia. La moral de los componentes del GT era muy alta. Los legionarios, fieles al Credo trabajaron muy duro y en muchas ocasiones sin apenas descanso, pero todos eran conscientes de la importancia de su contribución para que aquellas gentes vivieran con relativa tranquilidad.

Las sensaciones del Tte. Haro

Los legionarios de la VIII fueron bien acogidos por todos los kosovares. Según se pudo comprobar, tenían ganas de que vinieran los españoles y en especial los legionarios, ya que habían oído hablar bien de ellos, lo que fue motivo de orgullo y satisfacción constituyendo un estímulo en el cumplimiento del deber de los legionarios. La 8ª Compañía fue punta de vanguardia en Kosovo. Recordemos las palabras del Teniente Raúl Sánchez Haro sobre las sensaciones de la misión:

«Por fin ha llegado lo esperado por todos, y hablo como militar que soy, la oportunidad de salir de España portando nuestra Bandera para realizar una misión de Mantenimiento de la Paz, y esta vez nos va a tocar llevar la paz a la región de Kosovo, provincia Serbia que reclama su independencia por tener una población de mayoría albanesa.

Aunque la VIII Bandera llegó a zona de operaciones sin una misión concreta, gracias a los reconocimientos que realizaron las Compañías en toda la zona, pronto empezó a sonar el nombre de España y la Legión en boca de los habitantes de Kosovo. Todo el mundo hablaba bien de los españoles, de su forma de ser y de su forma de trabajar, pero esta situación iba a durar poco, porque pronto nos iban a reclamar los franceses para que les echáramos una mano en su zona, que es la zona da la Brigada Multinacional Norte y más concretamente en uno de los puntos más caliente del territorio, la ciudad de Mitrovica. Como siempre la Legión ha vuelto a pedir el puesto de mayor riesgo y fatiga.

Para poner en conocimiento la situación que en estos momentos se está dando en esta ciudad, diré que es una ciudad de 50000 habitantes, cruzada en su mitad por el río Ibar, que sirve como limite o frontera entre las dos etnias que viven en ella. En la zona norte los serbios, en la zona sur los albano – kosovares y en el centro nosotros, controlando junto a los franceses los puentes de acceso que comunican ambas zonas, ya que los albano – kosovares están intentado meterse en la zona norte para expulsar a los serbios que viven en ella, como consecuencia de que son mayoría. Pero eso no es todo, el principal problema al que nos vamos a enfrentar, esta vez, va a ser que dentro de la zona norte hay varios enclaves tanto serbios, como albaneses a los que hay que dar seguridad, y es aquí donde voy a hacer hincapié, porque la misión de nuestra Compañía, la 8ª, es la de proporcionar seguridad al barrio serbio de Suvi Do, enclave del que los albaneses quieren deshacerse por estar aislado del resto de los serbios que viven en la zona norte.

Para la Octava todo empieza con el relevo que tiene que hacer con la Compañía Francesa de Infantería de Marina. Como siempre, los franceses, reservados al máximo, nos dan el relevo sin novedad. En los primeros días y noches, la Compañía se encarga de la zona sin tener muy clara su misión y la situación es tensa, sobretodo con los albano – kosovares que no estaban muy contentos con el trabajo que habían estado haciendo la anterior Cía en el barrio. Pero pocos días pasaron sin que nos llegaran las misiones que la Compañía iba a tener que cumplir en la zona.

La 8ª Compañía mandada por el Capitán D. Juan Carlos Moreno Arenas, para poder cumplir dichas misiones mantiene desplegadas diariamente dos Secciones, una en la zona serbia y la otra en la zona albano – kosovar del barrio de Suvi Do. La primera se encuentra junto a la Cía. en la casa de Clemenceau, rebautizada por nosotros como Blocao el Malo y la segunda en la zona albano – kosovar, desplegada entre una estación de bombeo, un puente y un vado.

Las misiones principales de la Compañía son dar seguridad al paso de vehículos serbios por zona albanesa y viceversa, sobre todo el paso de un autobús serbio que es utilizado como diana por los albaneses para el lanzamiento de piedras. Además controlamos el paso de albaneses hacia la zona norte de la ciudad por los puentes y vados, también impedimos el realojamiento de familias serbias y albanesas en casas abandonadas sin autorización de policía Unmik.

Aunque llevamos poco tiempo todavía en la zona, los incidentes en los que hemos intervenido han sido bastantes, pero todos resueltos satisfactoriamente por todas las Secciones. No es de extrañar que la Compañía haya sido felicitadas por ambas etnias por su buen trabajo. Todos hasta la fecha están contentos con nuestro buen hacer en el barrio. Ahí he de resaltar, que el éxito de la misión está residido principalmente en tres líneas de acción: Hablar con la gente de los barrios, es decir, mantener una relación diaria. Intentar comprender sus problemas para buscar la mejor solución al mismo sin que perjudique a ninguna de las dos etnias. Poner nuestras normas y hacerles cumplir fielmente, con total imparcialidad.

Con respecto al último punto he de decir que cada una de las dos etnias ha recalcado la serenidad con que estamos realizando nuestro trabajo, la cortesía y el buen trato como caballeros que somos y la firmeza y justicia con la que estamos resolviendo todos los problemas que se han dado en el barrio. Esperemos que todo siga mejorando y nos vayamos sin que los incidentes entre etnias estén a la orden del día, aunque esto será difícil, ya que todavía hay mucho odio y rencor entre ambas etnias. Las heridas siguen abiertas y son muy recientes. Otra vez más tendremos que jugar con el factor tiempo para que se olvide todo y la convivencia en los Balcanes sea una realidad.

En cuanto a las condiciones de vida de nuestro destacamento, decir que van mejorando poco a poco, todos los legionarios trabajan duro y arriman bien el hombro para que vayan a más. Lo más importante es que los legionarios se sienten identificados con su trabajo, el cual hasta la fecha están realizando a la perfección (no esperábamos menos de ellos). Siempre el legionario cumplirá su deber y obedecerá hasta morir, como indica nuestro Credo».

Hay que decir asímismo, que la 2ª Compañía estuvo destacada en Istok, defendiendo la iglesia de Ljubovo, con check – points en el área de Vrela. La 3ª Compañía controlaba Zlokucane y protegía la aldea de Zac. Estas dos Compañías junto con la 8ª realizaron las misiones de patrullar, registrar controlar y escoltar. Todo un trabajo bien hecho por las unidades de nuestro Tercer Tercio.

El carácter del legionario, clave del éxito

El día 14 de noviembre regresó la VIII Bandera, a bordo del buque Pizarro a Almería después de haber cumplido la misión en Kosovo como Grupo Táctico de Reserva (GTRES) a disposición de KFOR. El balance de la misión fue muy positivo tanto para la Legión como para España, pudiendo afirmarse esto por varios motivos que nos expone a continuación el entonces Comandante D. Antonio Garrote.

«Uno de los aspectos positivos fue el reconocimiento de la labor desarrollada por el Grupo Táctico Colón por parte de la población civil a la que proporcionábamos seguridad, fundamentalmente serbios y albaneses. Este tipo de misiones, en las que el contacto con la población civil está siempre presente, se adapta muy bien al carácter del español en general y al del legionario en particular. El legionario tiene la capacidad de mantenerse firme en las situaciones en las que los acontecimientos obligan a mantener una actitud intransigente para el cumplimiento de la misión y por otro lado es capaz de ofrecer todo el apoyo para ayudar a las personas que lo necesitan. La diferencia con fuerzas de otros países es que el legionario sabe convivir con la población y hacer cumplir la misión encomendada, los otros cumplen la misión pero son más distantes en el trato. El carácter abierto juega en nuestro favor. Las despedidas siempre son tristes pero es reconfortante apreciar como la población civil, a la que se ha estado proporcionando seguridad, despedía con pena a nuestros legionarios.

Otro aspecto positivo fue la constatación del reconocimiento de la labor desarrollada por el Grupo Táctico por parte de los componentes de los países que componían la Brigada Multinacional Norte (MNB N), en la que se encuadraban fuerzas de Francia, Bélgica, Dinamarca, Rusia, Marruecos y Emiratos Árabes Unidos. La relación con todos ellos fue magnífica. Durante los primeros días de despliegue y cumplimiento de las primeras misiones se captaba que todos estaban pendientes de la forma de actuación de las fuerzas españolas de la Legión, pero al poco tiempo ya daban muestras de admiración por la forma y modo de actuar de los legionarios. Sorprendía muy positivamente la energía en el saludo y el desparpajo del legionario en el cumplimiento de las misiones. En poco tiempo el gorrillo legionario pasó a ser conocido y reconocido por toda la MNB N.

Cuando ya se había ganado el GT de la Legión Española el reconocimiento de todos dentro de la Brigada, llegó la celebración del 20 de septiembre. Se cursaron numerosas invitaciones y la asistencia fue masiva. Se celebró un acto sencillo ya que hubo que compaginar la celebración del Aniversario con el cumplimiento de las misiones, pero la formación y el acto provocó la admiración de todos los asistentes, no solo por la brillantez con la que se desarrolló sino porque las formas y la entrega de los legionarios contrastan con la mentalidad de los Ejércitos de otros países en los que los actos no tienen una carga emotiva tan fuerte como la de un acto de la Legión.

Realizando un balance de todas las misiones podemos decir con orgullo que con muy poco personal se han ejecutado más de dos mil misiones y se han recorrido más de 20000 kilómetros, todo esto con dos Compañías de Fusiles de ochenta y tres hombres cada una y un Escuadrón Ligero de Caballería compuesto por cincuenta y ocho hombres».

Adiós Subi Do, adiós Mitrovica

Dentro de los cometidos del Grupo Táctico no se contemplaba la realización de acciones de ayuda humanitaria. Sin embargo la zona de despliegue no era zona española al estar en el área de la Brigada Francesa, pero en la zona asignada al GT Colón por el General Jefe de la MNB N existía gente con necesidades de ayuda, no se pudo hacer todo lo que hubiéramos querido, pero algo se hizo. Se consiguió la instalación de una escuela prefabricada de madera para la zona de Subi Do serbia, los niños serbios de esta zona recibían sus clases en una casa particular que no reunía las condiciones adecuadas para ello, con la instalación de la escuela se solucionó en parte el problema. Además de esto, se proporcionó a los más necesitados, comida, estufas y leña para pasar el invierno. Cabe destacar la colaboración de los españoles de UNMIK que trabajaban en la municipalidad de Mitrovica, que desde el primer momento ofrecieron toda su colaboración y apoyo al GT Colón. Las acciones de ayuda humanitaria realizadas por el GT, en parte, fueron posibles gracias al apoyo económico facilitado por estas personas, con fondos de Naciones Unidas.

El día 3 de noviembre finalizó nuestra misión, fuimos relevados por el Batallón de Infantería Mecanizado 5 francés. Durante nuestro despliegue en Mitrovica la relación con este Batallón fue siempre magnífica. Estabamos permanentemente en contacto ya que compartíamos límite en la zona de Subi Do y a lo largo del río, ellos desplegaban al noreste del río Ibar y nosotros al sur y al oeste dentro de la ciudad de Mitrovica. Fueron numerosos los actos de confraternización en los que participamos y para nuestra despedida se organizaron dos partidos de fútbol, uno de mandos y otro de tropa. El de tropa lo empatamos y el de mandos lo ganamos, pero lo importante fue la amistad que nos unió desde el principio hasta el final, la admiración y respeto mutuo estuvo siempre presente.

El día 6 de noviembre nos trasladamos, por carretera, a Tesalónica. El 8 embarcamos en el B/D Pizarro, zarpando el 9 hacia España. La travesía fue magnífica, no sólo por el estado de la mar que se mantuvo en calma durante todo el trayecto, sino por las atenciones y hospitalidad de la tripulación del Pizarro que hicieron que el regreso se convirtiera en un placentero viaje por el Mediterráneo. El 14 a las diez de la mañana llegamos al Puerto de Almería, tuvimos un emotivo y ansiado encuentro con todos nuestros familiares que habían ido a recibirnos, también estaban presentes nuestros compañeros de la Brigada. Se celebró un acto en el Puerto, donde el General Jefe de la Brigada de la Legión nos dio la bienvenida. Por último el día 16 del mismo mes se disolvió el GTRES Colón, el acto de disolución tuvo lugar en el Patio de Armas de la Base Álvarez de Sotomayor y la VIII Bandera Colón se incorporó al Tercer Tercio de la Legión, cerrando de esta manera una página más en el Historial de la VIII Bandera y del Tercer Tercio D. Juan de Austria«.

LA 2ª COMPAÑÍA EN MACEDONIA

De Protección y Control por Kosovo

Según nos cuenta el Brigada González, Auxiliar de la 2ª Cía., pasó a ser la Austria mandada por el Capitán D. Antonio Ferrera Arriba. Esta unidad fue la designada como Compañía de Refuerzo de la AGT Farnesio del 4º Tercio, a las órdenes del Coronel Muñoz, para realizar una misión en Kosovo que duró desde el 10 abr 01 hasta 26 ago 01 y que posteriormente fueron requeridos para continuar en Macedonia del 27 ago 01 al 27 sep 01, según veremos. Durante el tiempo que estuvieron en Kosovo, las actividades ordinarias fueron:

La protección de minorías étnicas. Dentro del área de responsabilidad española existían una serie de enclaves de población no albanesa que las tropas españolas debían proteger y prestarles seguridad. Los núcleos donde habitaban estas minorías eran el de Dobrusa, donde vivían cerca de 650 personas de origen bosnio; Zac, donde existía una comunidad gitana de unas 250 personas (debemos recordar que los gitanos fueron en muchas ocasiones acusados por los albaneses de colaborar con los serbios); y por último, los dos enclaves tal vez más problemáticos que eran los de Crkolez y Suvo Grlo, donde vivía una minoría serbia de unas 220 personas y que eran fuente de continuos problemas.

La protección de puntos de interés patrimonial. El contingente español tenía un total de diez iglesias y monasterios ortodoxos bajo su protección con el fin de evitar que se produjesen actos de violencia contra ellos por parte de la mayoría albanesa y también para preservarlos al objeto de facilitar la vuelta a Kosovo de los emigrados serbios. A la Austria le asignaron el monasterio de Gorioc, la Iglesia de Istok, la Iglesia de Zvecan y el monasterio de Budisavci ( en éste último relevaron a los italianos que lo custodiaban).

El control de poblaciones. Para esta misión, las tropas españolas, como el resto de las unidades de la KFOR, contaban con la cooperación de la policía internacional de la UNMIK (United Nations Mission in Kosovo). Junto con unidades de la UNMIK, la Austria contribuyó al mantenimiento del orden público y la seguridad de los principales núcleos urbanos del área española, que eran Istok, Durakovac y Zlokucane. En estas ciudades se mantenía una presencia permanente de efectivo las 24 horas del día mediante patrullas a pie y en vehículo.

Otras actividades: a modo de resumen cabe destacar la realización de patrullas a pie y en vehículo para garantizar la libertad de movimientos en todas las rutas dentro del área de responsabilidad (que era el de toda la AGT Farnesio). El establecimiento de puntos de control (check points) en dichas rutas, principalmente para controlar el tráfico de armamento y de contrabando, por desgracia muy habitual en la zona, así como el control de la documentación personal y de los vehículos. Operaciones de búsqueda y de registro en domicilios particulares con el fin de localizar, igualmente, armamento escondido ó contrabando de materias prohibidas. La recogida de armamento entregado voluntariamente. La guía y escolta de los convoyes que atravesaban el área de responsabilidad. No solamente se realizaba con los convoyes de KFOR, sino también con cualquier otro tipo de columnas de vehículos como los de Naciones Unidas con ayuda humanitaria, refugiados que regresaban a sus casas, etc.

Centro de Detención de Dubrava

Como actividades extraordinarias cabe citar en primer lugar, y debido a las acciones desarrolladas por grupos guerrilleros en el valle de Presevo y en la zona noroeste de Macedonia (FYROM) que en las áreas próximas a las localidades de Tetovo y Kumanovo se constituyó y envió una unidad de entidad Grupo Táctico a la zona denominada Chicken Leg (para los legionarios, Pata Pollo en el SE de Kosovo), de la que formaba parte la Cía Austria.

A esta unidad se le ordenó la vigilancia e impermeabilización de la frontera para cortar las líneas de abastecimiento de los grupos armados que trataban de usar Kosovo como santuario y se valían de los 5 km. de franja neutral entre ambos países para campar a sus anchas. Esta misión se realizó en unas condiciones de vida especialmente duras debido a las características del terreno (montañoso y muy boscoso) y a la adversa climatología.

La segunda misión de carácter extraordinario derivaba directamente de la primera y consistió en contribuir a la construcción y seguridad de un Centro de Detención temporal en Dubrava. En este Centro de Detención se custodió transitoriamente el personal perteneciente a diversos grupos armados albaneses que eran capturados en las operaciones de vigilancia e impermeabilización de fronteras anteriormente mencionadas.

Por otro lado, la campaña de entrega voluntaria de armamento fue ejecutada en cooperación con UNMIK. El 4 de junio de 2001 entraba en vigor una nueva ley sobre la posesión de armas en Kosovo que endurecía las penas establecidas para aquellos que tuvieran en su poder armas de forma ilegal. Como paso previo se estableció un periodo transitorio (01 may 01-03 jun 01) para la entrega voluntaria de armas sin sanción alguna durante el cual KFOR cooperaría con UNMIK en la campaña informativa y en la recogida de armamento. La Cía Austria materializó su participación mediante la ejecución de una campaña informativa (visitando directamente los domicilios de los habitantes casa por casa en Istok y Vrela).

Simultáneamente se procedió a la recogida de armas mediante patrullas, puntos de control, reuniones nocturnas para que no fueran vistos por el resto de población ó directamente en el destacamento.

El último mes en Kosovo la Cía Austria dejó su destacamento en Istok para ocupar el valle de Osojane. En unas condiciones de vida duras se coordinó y ejecutó con éxito el 1er reasentamiento serbio en todo Kosovo, una de las actividades de la que más orgullosos se sintieron todos los legionarios de esta Compañía por el esfuerzo que supuso.

Con la Legión francesa en Piper Camp

El día 22 de agosto de 2001, la Cía Austria recibió la orden de relevar con otra Cía de la AGT la seguridad del valle de Osojane y el nuevo destacamento allí creado, para integrarse en la Task Force Harvest (TFH); iban a ir a Macedonia, es decir, de nuevo abriendo otro camino en los Balcanes para los que vinieran detrás. En la mañana del día 24 la Austria estaba preparada para salir, pero problemas derivados por el corte de la frontera Kosovo-Macedonia por civiles eslavo-macedonios, tuvieron como consecuencia que la Compañía regresara a Istok. Por fin el día 27 la Compañía Austria partió hacia Macedonia. En Istok se tuvo que quedar la Sección de Apoyo, con todos los vehículos y material de la Compañía esperando a que se abriera la frontera. Para ello embarcó en dos rotaciones de Hércules de las fuerzas aéreas españolas desde el aeropuerto de Dakovica (Kosovo) a Petrovec, efectuando su presentación el Capitán y el Teniente Hermoso en el GT francés con base en Piper Camp (Brazda, al norte de Skopje) esa misma tarde. El Grupo Táctico no esperaba tan pronto la llegada de la Compañía, además se encontraba realizando la primera recogida de armas de la operación Essential Harvest ó Cosecha Esencial, estando pendiente la visita del Ministro de Defensa francés a la mañana del día siguiente, por lo que la Compañía Austria pernoctó en el Kosovo National Support Element VI (KNSE VI). Recepcionó el material y vehículos de nivel del KNSE que iba a necesitar y finalmente el 28 de agosto a las 21:00 horas llegó a Piper Camp. Por fin el día 2 de septiembre se reunió con la Compañía en Piper Camp la Sección de Apoyo al mando del Tte. Armada, que tras atravesar la conflictiva zona de Tetovo, consiguió traer todos los vehículos y material de la Compañía. La Austria volvía a estar al completo y se devolvió lo prestado del KNSE.

Por su parte, el Teniente Saavedra desde Piper Camp nos cuenta qué ocurrió en Macedonia:

«Desde nuestra llegada a Piper Camp las relaciones con el 2º Regimiento Extranjero de Infantería (REI) de la Legión Etrangére fueron bastante buenas. Además de la misión general, estábamos para todo integrados en el GT Multinacional: servicio de guardia destacamento, ayudantes de cocina, limpieza, servicio de orden, etc. Esto es debido fundamentalmente al respeto y confianza mutua entre ambas unidades y al buen rollo existente entre los legionarios; a falta de misiones hemos tenido que demostrar que pueblo es el más valiente en los trabajos del destacamento en los que la zona de vida y el mesón de la Compañía Austria de momento llevaba ventaja sobre el resto, a pesar del «pique» existente entre las Compañías por mejorar sus zonas de vida.

Por otro lado, las patrullas realizadas ponen de manifiesto el clima de animadversión existente entre los eslavo – macedonios. La Compañía tomó parte en la 2ª recogida de armas Operación Tapanar realizada por el Grupo Táctico durante los días 8, 9 y 10 de septiembre en Brodec (a unos 8 Km al norte de Tetovo) donde se recogieron 400 armas. Concretamente teníamos como misión el control y la seguridad de la zona próxima al punto de recogida, además de proporcionar un Pelotón para la recogida física de las armas. Para llegar a la zona de despliegue la Compañía fue helitransportada en Chinook’s de la US Army desde el destacamento alemán de Jerebino donde la Cía dejó los vehículos con sus conductores a cargo del Auxiliar de la Cía. Además de ésta participaron en otras dos operaciones más; una en la zona de Kumanovo (con el GT italiano) y otra en la zona de Radusa donde se recogieron 200 armas más, un carro de combate T-55, dos ametralladoras antiaéreas Browing con afuste antiaéreo y dos misiles AT3 Sagger. Todo esto sin contar munición ni explosivos que fueron explosionados al final de cada operación debido al estado en que se encontraban.

Con los ojos puestos en las próximas misiones, la Compañía Austria trabajaba en la preparación de los actos que queríamos llevar a cabo con motivo de nuestro aniversario el 20 de septiembre. Este año sería especial para nosotros por un doble motivo, por un lado, lo celebraríamos otra vez en los Balcanes y, por otro, lo haríamos junto a nuestros hermanos de la Legión Extranjera francesa».

La celebración del 81 aniversario fundacional consistió en unos juegos cuarteleros, una Formación presidida por el Coronel Brass, Jefe del 2º Rgto de la Legión Extranjera, y comida de hermandad hecha por La Cía Austria en la que no faltó de nada, incluida leche de pantera y jamón.

Finalizada la operación Cosecha Esencial, cuya misión fue la recogida de armas de la guerrilla albanesa en Macedonia, la Compañía Austria, junto al 2º Regimiento de la Legión Extranjera y el Tercer Batallón de la Bundes–Wher, regresó a Istok el día 29 de septiembre junto con el resto de la Agrupación Táctica española (KSPAGT V) para hacer entrega del armamento, material y vehículos a nuestros hermanos del 2º Tercio que vinieron como Compañía Alba . El día 3 de octubre la 2ª Cía volvía de nuevo a España poniendo fin a dicha misión el día 6 de octubre con un Acto celebrado en el acuartelamiento Montejaque de Ronda.

EL GT «D. JUAN DE AUSTRIA» EN IRAK

La Legión: de nuevo abriendo brecha

La participación de la Legión en Irak se ha producido en las dos misiones que el gobierno español ha organizado por su compromiso en su lucha contra el terrorismo y en defensa de la libertad. En la primera de ellas la participación fue mínima pues se trataba de enviar apoyos de tipo logístico, NBQ y sobre todo sanitarios. En efecto, la misión Sierra Juliett tuvo un marcado cariz humanitario y en la misma el Comandante D. Eugenio Bayo del Tercio 3º D. Juan de Austria y el Teniente D. Miguel Burruezo del Grupo Logístico de la Brigada de la Legión, durante 3 meses fueron los afortunados que pasearon el emblema de la Legión en la ribereña ciudad de Oum Qsar. El 21 de Junio, el buque de asalto anfibio Galicia, tras casi tres semanas de travesía, finalizó la misión de la Unidad Conjunto de Apoyo Humanitario en la base naval de Rota.

En lo relativo a la segunda misión, el Consejo de Ministros del 11 de julio, acordó el envío de tropas españolas a Irak para contribuir a su seguridad, estabilización y reconstrucción del país. Comenzó así la operación India Foxtrot, una misión a medida de las capacidades de la Legión. Por primera vez España ostentaba el mando de una Brigada multinacional, en una misión de mantenimiento de la paz. Como siempre, la Legión fue la unidad designada por el mando para llevar el peso de las operaciones terrestres en la Zona de Operaciones. Los 360 legionarios del 3er Tercio bajo el Guión de la VII Bandera, los 370 hombres de Honduras, los 360 del El Salvador, 350 de la República Dominicana y los 115 de Nicaragua conformaban el núcleo duro de la Brigada Multinacional Plus Ultra (BMNPU) al mando del General de Brigada D. Alfredo Cardona. La composición del Grupo Táctico D. Juan de Austria es de una PLMM y Puesto de Socorro con 15 y 10 hombres respectivamente. La primera Compañía de Fusiles está al mando del Capitán D. Felix Lievana, la segunda del Capitán D. Luis Alvarez y la sexta del Capitán D. Juan Carlos Moreno. Cada Compañía de Fusiles está formada por un total de 92 personas entre Oficiales, Suboficiales, damas y caballeros legionarios. Finalmente la Compañía de Servicios y sus 59 componentes se encuentran bajo el mando del Capitán D. Fernando Medero. El Teniente Coronel D. José García Valón, es por segunda vez el Jefe del Grupo Táctico de la Legión en una operación nueva e irrepetible. La primera misión fue en Kosovo y al mando del GT KSPBAT I en mayo1999.

Una característica del Grupo Táctico es la veteranía de sus componentes. Para la mayoría de las damas y caballeros legionarios ésta es ya su tercera misión. Son muy pocos los que se estrenan en misiones internacionales, destacando entre ellos los legionarios procedentes de los países hermanos de Centroamérica. La veteranía es un grado y en operaciones, uno de los activos de mayor valor y siempre en alza, ya que infunde seguridad y confianza en los que debutan.

La Bandera del Cuartel General, el Grupo de Artillería, y el Grupo Logístico de la Brigada de la Legión han proporcionado los mandos y tropa que forman el equipo CIMIC de la BMNPU bajo la dirección del Comandante D. Juan Carlos García Vaquero, dependiente directamente del Cuartel General y con centro de sus operaciones en la ciudad de Nayaf.

La noticia de que el Grupo Táctico de alta disponibilidad del Tercio D. Juan de Austria era la unidad designada para cumplir esta nueva misión no cogió por sorpresa a sus componentes. La ansiada orden de que una vez más, la Legión asumiría los puestos de mayor riesgo y fatiga y esta vez en otro continente, llenó de júbilo a todos y cada uno de los legionarios. Después de tanto tiempo de preparación en los ejercicios tácticos para estar como siempre en las condiciones optimas de adiestramiento, llegó la hora una vez mas de iniciar los preparativos reales para abrir brecha en una nueva misión en una nueva Zona de Operaciones.

Los escasos días para la preparación del GT fueron de una actividad febril tanto en los planeamientos de la Plana como en los preparativos de las Cías. Las conferencias de ambientación, sanitarias, NBQ, inteligencia… etc, se completaron con un apretado programa las prácticas tácticas y de tiro. La ansiedad y los deseos de partir contagiaron el espíritu de las diferentes unidades, pues todas querían ser las primeras en plantar el Banderín de sus Compañía en Irak. En el viejo juego de Control de Zona del que La Legión es maestra, la experiencia acumulada por los componentes del 3er Tercio al abrir la misión de Kosovo en 1999, es y será sin duda, una de las claves de su éxito.

La 6ª Cía sale en vanguardia

Con la experiencia en la mochila, con las armas ajustadas y sabiendo diferenciar a un chiita de un sunnita y a los descendientes de Mahoma por sus turbantes ,el martes día 22 julio salió de la Base Álvarez de Sotomayor la 6ª Cía al mando del Capitán Moreno con destino a Irak. La 6º Cía fue finalmente la afortunada en ostentar el honor de ser la que en vanguardia abriera el camino de sus compañeros de armas. No había lugar para nerviosismos en sus caras, solo la serena tranquilidad de los que se sienten seguros de si mismo; de sus posibilidades, de su entrenamiento, y de sus compañeros.

Tras una breve estancia en Kuwait, el día 8 de agosto los primeros legionarios llegaron a la ciudad de Ad-Diwaniya, capital de la provincia de Al-Qadisiya. La misión principal de este Escalón Avanzado es la de proporcionar seguridad a los Ingenieros que construían la Base España en un viejo cuartel del Ejército iraki. Como recibimiento de la dura misión que les esperaba, presenciaron perplejos al día siguiente de su llegada una manifestación pacífica en contra de la gestión fraudulenta del gobernador iraquí de la provincia Hazem El Chalan. Aun resuenan en sus oídos las teóricas de ambientación recibidas en Almería: el éxito de la misión se basa en la información y en el apoyo de la población.

El miércoles 13 de agosto partía de la Base Álvarez de Sotomayor de Viator (Almería) el grueso del Grupo Táctico. En la emotiva despedida de familiares y compañeros de la BRILEG se encontraban formadas y bajo el mando del Tcol. Camarero los CL,s del Tercio 1º que están finalizando su preparación táctica y de tiro en el campo de maniobras Alvarez de Sotomayor para realizar una misión en Bosnia. Esta Compañía del Tercio hermano amenizó con sus canciones legionarias la despedida de sus compañeros, dando un baño de alegría a la tristeza del adiós.

Entre la alegría de los que se marchaban, las lágrimas de los familiares y la pena y envidia de los que se quedaban, apenas se echó en falta dos personajes que nunca tuvieron la oportunidad de asistir a una despedida. Se trataba de los pequeños Francisco Javier y Francisco, hijos del Capitán García y del Cabo 1º Prieto, nacidos escasos días antes y que sus convalecientes madres ni estos bebés pudieron asistir a la despedida de sus padres. Desde este foro y en nombre de toda la Legión queremos dar la bienvenida a Francisco Javier y Francisco a la vida y a su familia legionaria.

Continuando el camino seguido por el Escalón Avanzado, el grueso de la VII Bandera entró en Irak procedente de Kuwait, escalonado en tres unidades de marcha los días 18, 19 y 20 de agosto. En este viaje de dos jornadas, los legionarios tomaron contacto con la inmensidad de las llanuras del desierto y su extraordinaria luminosidad. Por fin todos experimentaron el calor del desierto del que tanto les habían hablado y que ahora tenían conocimiento de primera mano. Todos los comentarios iban en el mismo sentido: no se podía describir con palabras este calor. Solamente eran disonantes las anécdotas de los Capitanes D. José Mosquete y D. Javier Moro; su experiencia del antiguo Sahara español les llevó a afirmar que el desierto de Irak era un juego de niños con el calor del Sahara. Aquellos que los escuchaban no podían imaginarse un lugar con más calor del que marcaba el termómetro. ¿Se estaban quedando con ellos los Capitanes?. ¿Los 60 grados que marcaba el termómetro era un error? Sea como fuera, se preveía una escasa asistencia en el futuro de los legionarios al desierto como destino turístico en sus vacaciones.

Y mientras todo esto ocurría, el miércoles 13 de agosto y sin estar aún reunida la Valenzuela, se produjo un brutal atentado en la sede de Naciones Unidas en Bagdad. La mayor presión de la noticia la sufrió el Equipo de Apoyo a la Familia, en Almería, que tuvo que atender a un mayor número del habitual de llamadas por parte de los familiares interesándose por la situación de sus familiares.

Las jaimas de Diwaniya y la antigua Babilonia

Llegados a su punto de destino, la ciudad de Diwaniya, el alojamiento del GT D. Juan de Austria se realizó en un antiguo acuartelamiento de una unidad acorazada del Ejercito iraquí. Al principio las condiciones fueron duras, la mayoría del personal tenía que alojarse en enormes jaimas adquiridas por las fuerzas armadas USA en Kuwait. El polvo que todo lo invadía, el calor asfixiante y la falta de aire acondicionado dificultaban el normal descanso del personal. Muy pronto la Base España, fue tomando forma, se ocuparon naves por las diferentes Compañías, se ajustaron los aires acondicionados, se instaló el comedor con contenedores traídos desde España, el número de duchas aumentó y lo mas ansiado por todos, las cabinas telefónicas fueron aumentando en número para hacer mas fácil las comunicaciones con los familiares que habían quedado en casa. La litera y la taquilla de campaña volvieron a ser los compañeros inseparables de los esforzados miembros de la Legión.

El jueves 28 de agosto se realizó el relevo por parte de BMNPU a las tropas, de la Primera División de Marines teniendo por escenario las ruinas de la antigua Babilonia, donde Alejandro Magno tuvo su cuartel general. El General de la División polaca Andrzej Tyszldewiez, jefe del División en la que la BMNPU esta encuadrada, el ministro de defensa polaco y el gobernador iraquí de la provincia, escucharon las emotivas palabras del General norteamericano Sánchez, jefe de todas las tropas extranjeras en Irak. A la ceremonia acudió como representación española, entre otras personalidades, el jefe del Estado Mayor de la Defensa Almirante D. Antonio Moreno Barbera y el Jefe del Estado Mayor del Ejercito General Luis Alejandre.

Comenzaban así las misiones en el exterior de la base, al principio con los curtidos marines, que han realizado la guerra de liberación de Irak y que tras trabajar en diferentes escenarios estaban realizando su labor en Ad Diwaiyah. El ambiente de camaradería entre marines y legionarios fue la tónica general, quedando los segundos gratamente sorprendido por la buena acogida que les dispensaron los marines. Finalmente las misiones se realizaban en solitario. El trabajo fue duro, y las misiones no sorprendieron a los legionarios que tenían que patrullar como ya lo hicieron en Kosovo a pie y en BMR. La mayoría de las misiones diarias de patrulla en BMR eran de entidad Sección o de dos Pelotones, para evitar los vehículos aislados. Los Puestos de Control o Chek Point como son denominados por todos, eran inevitables para la búsqueda de armas y artículos ilegales y sobre todo como medidas de disuasión.

Las patrullas a pie de los legionarios tenían como mudos testigos los cientos de carteles en color con las barbudas caras de los diferentes Ayatolat: Al- Sistani, Al Hakim, Mohamed Badr, M. Sadr. En la calles de la ciudad y aldeas, las rancias imágenes de las posguerra: niños peligrosamente cerca de los vehículos en marcha pidiendo agua, hombres mendigando trabajo o comidas para sus familias, mujeres afanándose en acarrear el agua imprescindible para la casa, jóvenes talando o arrancando irresponsablemente los escasísimos vestigios de vegetación de la zona para cocinar. Demasiada suciedad en las calles…, tantas moscas en los puestos de los mercados que impedían ver cual era, el artículo en venta,… unas mujeres totalmente vestidas de negro, en definitiva, una patrulla en las calles se asemejaba a un viaje por el túnel del tiempo a la Edad Media.

Seguía sorprendiendo a los legionarios el sufrimiento de una población inocente, pobre, castigada por largos y duros años de dictadura de Saddam; unas gentes cuyo único futuro se cimentaba en la paz y estabilidad que les conseguirían el esfuerzo y abnegación de los que en su antebrazo llevaban la Bandera de España. En esta vieja obra de teatro de sufrimiento que estamos viviendo, ha cambiado el argumento, el escenario es también diferente, y hasta los extras son distintos, pero sigue habiendo un nexo de unión en la representación, el actor principal sigue siendo el mismo: el coraje, la abnegación y el espíritu del equipo campeón de la Legión.

¿Cómo acabará la obra?.. ¡¡ Esperemos que como siempre.!!….: Estamos convencidos que la misión será un éxito, para mayor gloria de España, del Ejército y de la Legión.

Semper Fidelis

El Sgto 1º Aceña de la 1ª Cía de la VII Bandera nos cuenta su impresión de los marines a los que relevó en Irak el GT D. Juan de Austria.

«El pasado mes de julio, un reducido número de combatientes de la 1ª División del Cuerpo de Marines de los EEUU y más concretamente del III Batallón del 5º Regimiento, se trasladó desde Zona de Operaciones a nuestra ya añorada España y permanecieron entre nosotros unos intensos días de preparación en nuestra base Almería. El objeto de su visita no era otro que compartir con nosotros las experiencias y los procedimientos aplicados por ellos en la zona que compartiríamos en un futuro que se nos antojaba, por entonces, aún lejano.

El despliegue se produjo en los plazos previstos y el reencuentro con alguno de ellos fue si cabe menos artificial de lo que podría imaginarse, ya que, si bien el legionario se hace querer, estos combatientes, que llevaban casi 7 meses lejos de los suyos desde su despliegue en Kuwait en febrero hasta la caída de Tikrit, forjados en la adversidad y privaciones, se deshicieron en atenciones para con sus … hermanos de armas Semper Fidelis … ¡ no podía ser de otra manera ¡.

No nos sorprendió la austeridad y sencillez de sus alojamientos (nos resultaban terriblemente familiares), ni tampoco la predisposición a toda actividad, incluso en esforzarse en chapurrear algunas palabras en el idioma materno de la Legión, que es el de algunos de sus propios mandos y camaradas. Sí que lo hizo el tratarnos de igual a igual con curiosidad y expectación, reconociendo como sólo sabe hacerlo un guerrero a aquel que tiene actitud, aptitud y disposición de combatiente pero que, desgraciadamente, no lo es plenamente.

Empezaron las actividades. Patrullas, puestos fijos, aguadas (otra vez la Legión y las aguadas) y patrullas mixtas de día y de noche … distintos procedimientos, pero algo intangible lo hacía sorprendentemente sencillo … amistad, camaradería y respeto, ya que al legionario, como al marine se le quiere y se le teme al 50%. Reza uno de sus lemas … El cielo es el límite y por ahora ellos vuelven a descansar merecidamente y a rezar por sus muertos, esperando verse utilizadas de nuevo por su país en las circunstancias más críticas.

Nosotros, tras el relevo, nos quedamos aquí en Irak con la sana envidia que nos produce ver su marcha con los deberes hechos, pero con la satisfacción y la sonrisa en el rostro al tener de nuevo la oportunidad de demostrar qué pueblo es el más valiente«.

Tirador de Precisión

El Cabo 1º Rodríguez Alvarez de la 2ª Cía de la VII nos habla de un caso concreto en el cumplimiento de su misión como tirador de precisión:

«La misión asignada la cumplió en una fábrica de algodón que se ha habilitado para poder pagar a cerca de 7000 habitantes. Después de acordar la noche anterior cual iba a ser la misión y forma de actuar de cada Pelotón, nos acostamos a sabiendas de que iba a ser un día muy duro. Nos levantamos a las 03:45 a.m. (recuerdo que aquí son 2 horas más que en España). Teníamos que pasar por el Destacamento donde se alojaba el Ejército de la República Dominicana a recoger a una Sección que iba a venir de apoyo. A esas horas por las calles de la ciudad se respiraba tranquilidad excepto en algunas zonas que olía a la basura que se encargaban los gatos de recoger y «ordenarla». Una vez en la fábrica, mi posición era un torreón de unos 70 metros. Subimos dos tiradores españoles, el Cabo 1º Casero y yo, también se nos agregaron tiradores de la República Dominicana.

El acceso a la cima del torreón era bastante dificultoso al tratarse de escaleras de caracol muy empinadas y estrechas y, por si fuera poco, había tramos donde el pasamanos estaba roto. Una vez arriba, se divisaba toda la zona casi con total perfección y por ello pudimos observar que ya había bastante gente esperando, unas 1000 personas aproximadamente, y ahí nos quedamos observando casi hombre por hombre por si llevaban explosivos o tenían alguna intención que no fuese la de cobrar. Se veían numerosos grupos de gente, pero era la Policía que estaba dando explicaciones de lo que tenían que hacer. A medida que iba pasando la mañana, el sol apretaba cada vez más, pero ahí seguíamos nosotros y todo el personal de la Cía, que concienciados de que aún quedaba mucho, intentaba levantar el ánimo bebiendo agua de sus camelback.

Todo transcurría con total normalidad, la gente guardando la increíble cola que se había montado, algunos de ellos sabían lo que les esperaba y se ponían a la fila con una botella de agua que consumían antes de llegar a la mitad, por lo cual, estaban los niños con sus carros de bebida fresca, sobre todo botellas de la inmortal Mirinda. Mientras, nosotros estábamos hablando con los tiradores de la República Dominicana de lo de siempre: de su trabajo en el Ejército, de las mujeres, etc. Había varios relevos, ya llevábamos unas cuantas horas y el agua era caldo, por lo cual tomamos la decisión de extender una cuerda que el Cabo Ubeda sacó de su correaje y la echó abajo y nos engancharon unas botellas frescas.

De repente, a eso de las 15:30 se escuchan tiros detrás de un edificio a 50 metros a vanguardia de la Compañía, donde se encontraba la Sección de Armas. Tanto nosotros como los tiradores de la República Dominicana adoptamos la posición y preparamos las armas para hacer un disparo preciso. Por el visor podía ver desplegada la Sección al pié de la carretera, dificultando su radio de acción los autocares que se encargaban de traer a las miles de personas. También se veía a la policía vestida de civil con fusiles, confundiéndonos porque no sabíamos si eran Policías o los supuestos ladrones. Después de estar informando constantemente al Capitán Alvarez, Jefe de la 2ª Cía, nosotros seguíamos observando hasta que llegó la orden de volver a la normalidad. Aunque de todo se encargó la Policía iraquí, nosotros seguimos la mitad en la cola y la otra en el edificio.

A eso de las 17:00 horas avisaron que sólo había dinero para 200 personas más, y en la cola había por lo menos 1300 personas. Yo, pensaba que se iba a liar una avalancha de gente cuando se enterasen, pero nada de eso, la gente fue rompiendo la cola y desapareciendo ordenadamente sin ningún tipo de altercado. Se marchaban los autobuses cargados de gente, los taxis y los que no podían subirse en ningún vehículo, en el coche de San Fernando, es decir, un poquito a pie y otro andando.

Después de informar que ya no quedaba nadie y que la Sección que iba a pasar la noche en la fábrica había llegado me mandaron bajar y reunirme con mi Sección. Una vez abajo embarcamos y nos dirigimos al destacamento, y cuando pude mirarme en el espejo observé el pedazo de moreno que estoy cogiendo y la gran satisfacción del deber cumplido, no sólo por mí, sino por el resto del personal que supo dominar las situaciones desde el comienzo hasta el final. Desde Irak queremos mandar un fuerte abrazo legionario a todos los legionarios que por una u otra razón no han podido estar aquí con nosotros, no os preocupéis compañeros, seguiremos dejando el listón bien alto, que paséis un feliz Aniversario y que sepáis que tampoco nos olvidamos de vosotros. Un Saludo».